El español Carlos Alcaraz salió a la pista dispuesto «a imponer mi tenis, con mi estilo. Ser agresivo subiendo a la red, también intentándolo con las dejadas». Y lo consiguió, derrotó al italiano Lorenzo Musetti por 6-3 y 6-3, clasificándose para los cuartos de final del Masters 1000 ATP de Miami. 

Alcaraz no sólo es un ganador, también destaca por la creatividad de su tenis. Maneja prácticamente todos los golpes de este deporte, los que forman parte del manual y también aquellos que crea por sí mismo.

También a Musetti, a sus 22 años dos mayor que Alcaraz, le encanta improvisar en la cancha. Si además va por debajo en el marcador y no ve grieta en el muro del oponente, todavía se atreve más a intentar lo imposible.

Esta combinación propició grandes puntos, aunque uno sobresalió sobre el resto porque puso de inmediato en pie a todo el público de la central, el Hard Rock Stadium.

Es de esos puntazos que Carlos Alcaraz quiere ganar para festejarlo y aumentar la conexión con el público. Esta vez no lo necesitaba para tomar el mando del partido, ya que lo tenía atado. Mejor, porque lo perdió.

Con resultado 6-3, 1-1, ventaja al saque del español, éste tomó ventaja con una derecha paralela después de varios duros intercambios de fondo.

Alcaraz, fiel a su estrategia, se fue a la red a cerrar el punto. Su volea amortiguada de revés era de calidad, pero Musetti tiró de genialidad. De perdido, hizo lo menos previsible. Saltó y pegó la pelota en el aire por debajo de las piernas, de manera frontal.

Un globo además que hizo retroceder a la carrera a Alcaraz. Tenía un as en la manga el murciano, cómo no. Pegó un ‘willy’, se defendió con una bola por debajo de las piernas, en su caso de espalda al rival, que estuvo atento para esperar en la red para hacer suyo el punto del partido. 

Por espectacularidad. Ya que en el global, el rodillo lo puso Alcaraz.