Era un dato económico tan temido como previsible. El Instituto Nacional de Estadística (INSEE, por sus siglas en francés) anunció el martes que Francia registró el año pasado un déficit público del 5,5%. Es decir, siete décimas más que en 2022 y seis más de lo previsto (4,9%) en los últimos presupuestos, adoptados por decreto durante el pasado otoño. «No estoy sorprendido, (…) pero se trata de un derrape (en las cuentas públicas) importante. No es inédito, pero muy inhabitual«, aseguró el presidente de la Corte de Cuentas, Pierre Moscovici —excomisario europeo de Economía—, en una entrevista para la emisora de radio France Inter.