La mayoría de los arrecifes de coral del mundo están seriamente amenazados por la presión humana y el cambio climático, y buena parte de ellos dañados y sin posibilidad de recuperación. Pero el pesimismo que invadía hasta ahora a los científicos y los conservacionistas se ha atenuado, al menos en cierta medida, tras conocer los resultados de un nuevo estudio, que ofrece noticias alentadoras: la restauración de arrecifes no solo aumenta la cubierta de coral y la producción de carbonato, sino que también propicia que se recuperen funciones ecosistémicas críticas para la vida marina. Y sorprendentemente rápido.