La ciudad de València llega a los días grandes de la Semana Santa con una ocupación media estimada del 76% entre el 27 y 31 de marzo, con el pico más alto el viernes 29, que alcanzará el 86% y el sábado 30 con el 82%. Así se desprende del sondeo realizado por la Fundación Visit València en la planta hotelera de la ciudad. Pero más por la oferta global de la ciudad, con su playa o su gastronomía, que por una fiesta marinera que sigue su curso, pero a la que no hay forma de incrustar en el mapa de semanas santas. La «Semana Santa Marinera» tiene sus límites, es verdad, y no menos cierto es que no es comparable a otros grandes eventos de la Pasión, pero sus características -actos rápidos, sencillos, fáciles de ver…- acaban por convertirse en una oferta casi inesperada para aquellos que callejean o que, una vez llegados a la ciudad, lo conocen. Sólo con eso ya se consiguen picos de presencia más que estimable. De momento, los datos son más que interesantes y se convierten en una oferta más dentro de la inagotable propuesta de una ciudad que vive «hacia afuera».