Orpesa no se merece un gobierno que la abandona a su suerte. Con la llegada de la Semana Santa, nuestro pueblo vive su propia pasión, la de una gestión municipal que no termina de arrancar y que mantiene a Orpesa en una parálisis absoluta. Este es el primer periodo vacacional del año y siempre hemos colgado el cartel de «lleno» con turistas venidos de toda España. ¿Qué es lo que se encontrarán este año? Un municipio apagado y sin chispa.