Luis de la Fuente lamentó que España no obtuviera su victoria ante Brasil, pese a ser «muy superiores». De todos modos, al técnico le dolió mucho más que el Bernabéu silbara a Álvaro Morata en su cambio.
El seleccionador empezó destacando que «salimos muy reforzados de este partido» que se escapó «por los detalles, aunque este equipo ha demostrado que puede llegar muy lejos».
Su reflexión más interesante fue sobre los pitos a Morata: «Me duele en el alma que en mi país piten al capitán de la selección, que es un ejemplo,siento vergüenza«.
De la Fuente considera que «todos debemos hacer autocrítica, todos debemos educar para lograr un sentimiento nacional, que se entienda que la selección es de todos y dejar el color de los clubs de lado«.
El míster, de todos modos, matizó que «ha sido una minoría, los que a veces insultan y dan la nota. El comportamiento de la afición ha sido fantástico, pero como español siento vergüenza que se pite a un jugador nuestro«.
Defiende a Unai Simón
En cuanto a Unai Simón y su error garrafal, el técnico lo defendió: «Es uno de los mejores del mundo, ha fallado en algo que le pedimos. El 90 por ciento de veces acierta y esta vez ha fallado como otro jugador. No le damos mayor importancia. Hay que recordar que paró dos penaltis en la Nations League».
De Lamine Yamal dijo que «tuvo una actuación muy brillante, aunque me gusta ser prudente con chicos tan jóvenes». El técnicó añadió que «con tanto talento nos damos cuenta de lo que puede hacer y él es un chico muy inteligente, y sabe administrarse en estas situaciones. Puede llegar a un nivel muy alto y debe poner el talento al servicio del equipo, como hace de una manera fantástica«.
Dani Olmo, en el top mundial
De la Fuente insistió mucho «en la base muy buena que tenemos», pero era inevitable individualizar con un jugador como Dani Olmo, que actuó con éxito de media punta. En este sentido, el míster lo calificó «como uno de los mejores tres o cuatro mejores del mundo en esta posición«.
Fabián fue otro nombre propio que salió a relucir y señaló que «tiene un gran carácter, a veces cuesta controlar las emociones, aunque no lo pongo ningún pero. Me gusta todo, incluido su carácter».
En cuanto a la tensión entre banquillos al final del partido, son cosas del fútbol».