Históricamente, Brasil siempre ha sido un equipo desacomplejado a la hora de dar oportunidades a sus niños prodigio. Desde Pelé a Ronaldo, de Robinho a Neymar, de Vinicius a Endrick. Talentos que deslumbraban antes de cumplir la mayoría de edad. ‘Os meninos’ han sido una seña de identidad de la verde-amarelha. España hace años que ha emprendido esa senda con los estrenos prematuros de Pedri, Gavi, Lamine y el pasado viernes Pau Cubarsí. En el Bernabéu se vivió un duelo de ‘meninos’ con Vinicius (23 años), Rodrygo (22) y Endrick (17) en el bando carioca, y Lamine Yamal (16) y Nico Williams (21) como estrellas de la España de De la Fuente.
Lamine levantó al Bernabéu
El azulgrana entregó su carta de presentación a los diez minutos tras serpentear a dos defensas con la pelota cosida al pie y fabricar un penalti tibio que el portugués Antonio Nobre compró. El eslalom de Lamine, con esa cintura mentirosa que riega de fintas y amagos el lance hasta desatar el dribling en el instante perfecto, premiaba el ímpetu de una España agresiva en la presión que aisló a Vinicius. No así a un Rodrygo más comprometido. Rodri adelantó a España con el penalti.
Nico emuló a Lamine con otra diagonal en la que hizo la cuerda a dos defensores que dejó atrás. El del Athletic es menos armonioso que Yamal, más explícito. Nico es heavy metal y Lamine, música clásica. A la media hora tomó el relevo el culé, que sacó otra vez el violín dejando atrás a dos rivales antes de llegar al área. España ponía la samba y calentaba la grada en una gélida noche ante un Brasil en el que el laborioso Rodrygo rentabilizó el error grosero de Unai Simón, para recortar la renta que había estirado antes Dani Olmo en otra jugada notable.
Endrick marcó en su primer balón
En el segundo tiempo se sumó al duelo de ‘meninos’ Endrick, el flamante fichaje madridista, que en la primera pelota que tocó en el césped del estadio en el que jugará a partir de julio, envió el balón a la red. Se creció Brasil con el gol y Rodrygo, partido mayúsculo el suyo, mandó un remate al palo. Los talentos brasileños se imponían a los españoles, que se diluían tra su gran inicio. Vinicius se marchó entre aplausos del Bernabéu en el minuto 70. Las gradas se pusieron de pie para despedir al madridista, que no coronó en lo futbolístico el documental que Netfix le ha grabado estos días en Madrid.
Perdía efervescencia el duelo mientras la grada coreaba el nombre de Joselu, ante la errática actuación de Morata, más voluntarioso que acertado. Solo un chispazo podía desatascar el marcador y en realidad lo que llegó fue un cortocircuito, el de Endrick, que agredió a Cucurella y el lance terminó con un tumulto en el que Vinicius empujó a Laporte. Desde ese momento los banquillos fueron zona caliente. Se sumó al encuentro el último ‘menino’, Pau Cubarsí, en el minuto 80, mientras Rodrygo, muy fatigado, se marchaba ovacionado. Pintaba a empate cuando Lamine regalaba un pase al espacio en el área Carvajal, que se adelantaba al defensa y caía en el área. Penalti, también controvertido, que Rodri volvía a marcar en el 86. Y en el descuento el propio Carvajal cometió otro en el área española que transformaba Paquetá. Empate en un duelo de ‘meninos’ en el que Lamine estuvo esplendoroso y se llevó la ovación de la noche, Endrick confirmó su fama y Nico y Rodrygo estuvieron notables. Peor estuvieron los banquillos que acabaron enzarzados con Vinciius por medio.
