El sector de la pintura lleva encadenando varios años de crecimiento tras la caída sufrida con la pandemia del COVID-19. Desde ese momento no solo aumentó la facturación de las empresas productoras de pintura (que vieron crecer su actividad sobre todo en relación con la industria, así como con la decoración y la construcción de edificios e inmuebles), sino que la demanda de servicios de pintores y empresas de pintura también se ha mantenido en niveles bastante elevados.