El fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones Ericsson ha anunciado este lunes que acometerá un ajuste de plantilla de 1.200 trabajadores que afectará exclusivamente a Suecia, un 8,6% de la plantilla al cierre del año pasado en el país escandinavo.
Según recoge la nota de prensa, estos despidos se motivarían en la previsión realizada por la compañía sobre el mercado de redes de teléfonos móviles, que será «desafiante» durante 2024.
Además de la reducción de plantilla, las iniciativas de ahorro de costes contemplan la reducción de consultores, la racionalización de procesos y la reducción de instalaciones. No obstante, se mantendrán «las inversiones críticas para el liderazgo tecnológico de Ericsson».
La multinacional ha indicado también que las acciones para aumentar la eficiencia operativa continuarán durante 2024, pero que no se anunciarán por separado.
A finales de febrero del año pasado la compañía ya adelantó su intención de despedir al 8% de sus trabajadores en todo el mundo, en torno a 8.500 personas, para contener los costes tras el estancamiento del mercado de equipos de telecomunicaciones.
En ese sentido, el objetivo de la compañía es ahorrar 9.000 millones de coronas suecas, en torno a 800 millones de euros al cambio actual.
Ericsson anunció a finales de enero que registró en 2023 pérdidas por importe neto atribuido de 26.446 millones de coronas (2.310 millones de euros) frente al beneficio de 18.724 millones de coronas (1.636 millones de euros) del año anterior, que ya advirtió de la debilidad del mercado fuera de China en 2024.
El resultado de Ericsson en el conjunto del pasado ejercicio reflejó el impacto negativo de 31.900 millones de coronas (2.787 millones de euros) asumido por el deterioro del fondo de comercio atribuido a la adquisición de Vonage, que la sueca adquirió en 2021.