La Fiscalía Europea investiga una presunta malversación de caudales públicos y prevaricación administrativa en la adjudicación por parte del Servicio Canario de Salud (SCS) de 24 contratos para el suministro y transporte de material sanitario a las Islas durante la época de la pandemia. La denuncia que dio pie al conocido como caso mascarillas detalla que las pruebas PCR, mascarillas quirúrgicas y protectores «fueron comprados a un precio mucho mayor que los oficiales del mercado». La Fiscalía Anticorrupción de Las Palmas, que inició las pesquisas, situó en 31.903.138 euros, procedentes en su mayor parte de fondos europeos, los gastos del Gobierno de Canarias para encargar la llegada de productos médicos entre abril y diciembre de 2020.