Después de editar cuatro discos con el sello neoyorkino Captured Tracks y girar ininterrumpidamente por Estados Unidos, Canadá, Japón y media Europa, las demoledoras Mourn vuelven con un nuevo disco, prácticamente diez años después de su debut. Carla (27), Leia (24), Jazz (27) y Oriol (27) se encuentran en Madrid para participar en la fiesta por el 5º aniversario del sello Montgrí y para presentar su nuevo trabajo, The Avoider.
Pregunta: ¿Cómo es trabajar con estadounidenses?
Jazz: Allí tienen más cultura musical. A la hora de comprar discos o ir a conciertos, por ejemplo. Tú puedes irte a algún lado a comerte una hamburguesa y te encuentras un grupo tocando en directo. Es normal que haya gente que conduzca cuatro horas para ir a ver a alguien en directo. Aquí, por ejemplo, te esperas a que pasen por tu ciudad. En cuanto a la discográfica, estamos en una bastante independiente y es todo muy familiar.
P: ¿Qué problemas creéis que hay en España respecto a la música?
Jazz: Lo primero que se recorta es cultura. Además, durante la pandemia, los que nos dedicamos a esto nos quedamos un poco vendidos.
P: A pesar de vuestra juventud, lleváis tocando diez años. ¿Cómo ha sido este proceso de maduración tanto artística como personal?
Carla: Tenemos una edad importante ya que es el momento en el que defines tu personalidad y, de forma distinta, nos hemos ido creciendo con el grupo.
Jazz: Hemos construido nuestra vida alrededor de Mourn. El grupo siempre está en el centro y todo lo demás gravita a su alrededor.
P: ¿A qué retos debe enfrentarse vuestra generación?
Leia: A sobrevivir. Tener un piso. Poder hacer tu vida. Vivimos en un tipo de sociedad que te culpabiliza por no valerte por ti mismo. Pero el problema no es tuyo, es de cómo está diseñado el sistema.
Carla: Nosotras nos rodeamos de gente que también tiene grupos y he tenido en varias ocasiones la conversación del sueño frustrado de la música. Y nosotras, aunque nos haya ido bien, lo hemos tenido muy jodido y no podemos decir que la música sea lo único que nos da de comer.
Jazz: Hay que picar mucha piedra para que la música te dé de comer.
P: ¿Y como banda?
Jazz: Un reto sería el saber aceptar que las cosas no salen siempre como quieres.
P: ¿Ser mujer es un freno en la industria musical?
Jazz: Te dificulta porque te juzgan de otra manera y con más facilidad. Se te pone más en duda…
Leia: Y te comparan con otras mujeres.
Jazz: Cuando empezamos, también lo estaban haciendo The Hinds. Por algún motivo se nos quiso rivalizar en los medios y crear un beef dónde no había nada. Eso no pasa con grupos de chicos.
Carla: Es algo que nunca he visto.
P: Bueno, vamos a vuestro nuevo álbum: The Avoider.
Jazz: Analizamos el evitar los problemas. Te viene uno y, en vez de ir de frente, tratas de olvidarlo. En el disco hemos plasmado el cambio de chip y apostamos por empezar a afrontar las cosas y cómo se pueden solucionar.
P: ¿Cómo se combate eso?
Jazz: La música es una gran herramienta porque escribir sobre tus sentimientos ya significa que les estás prestando atención. Y eso te los quita un poco. La terapia profesional también ayuda muchísimo. En el disco, también hemos plasmado la necesidad de tener una red de apoyo de gente en la que confías.
P: En Coud be Friends tratáis el concepto de la amistad.
Carla: La amistad surge de manera natural pero hay poner el concepto encima de la mesa y darle la importancia que requiere y valorar lo importante que es estar ahí para otra persona. Esta canción reivindica el querer estar ahí. Ayudando.
Jazz: En muchas canciones se habla de las relaciones románticas, pero es muy importante hablar también de las relaciones de amistad y poner el foco en ellas.
P: Se ha escrito de vosotras lo siguiente: “Las del Maresme parecen rescatadas de algún sucio local de ensayo de Chicago, más que de un baile de Tik Tok o un reality show”. ¿Qué relación tenéis con las redes sociales?
Carla: Como generación, estamos en mitad de dos conceptos. Somos gente joven que vive con el móvil y que consume vídeos de gatos tocando el piano, pero, a la vez, también rockeamos.
Jazz: Son dos conceptos que pueden convivir. A través de Tik Tok también hemos descubierto mucha música. Antes lo hacías yendo a escuchar discos a la biblioteca de tu pueblo y ahora lo haces por Tik Tok.
P: Tengo la sensación de escuchar muchísima más música que antes pero de una forma menos detallada y sosegada.
Carla: También es el factor 15 años y el romantizar lo que hacías a esa edad. A mí también me pasaba. Descubría un disco y marcaba mi personalidad las siguientes dos semanas. Ahora ya es diferente. Lo guay de Tik Tok es que es otra herramienta para descubrir más cosas. Hay que ser curiosa y defender que este tipo de herramientas pueden molar. Es escuchar las cosas de una forma distinta.