Los analistas de Goldman Sachs han reiterado sus recomendación de ‘compra’ sobre los títulos de Nvidia, a los que otorgan un precio objetivo unitario de 1.000 dólares después de que la firma presentara la semana pasada sus últimos avances, con los que pretende seguir liderando el desarrollo de la inteligencia artificial (IA).
Uno de los productos lanzados la pasada semana es ‘Blackwell‘, la familia de chips de mayor potencia hasta la fecha de la compañía, que para los analistas de Goldman Sachs hará que los rivales de la firma, como Intel o AMD, lo tengan «cada vez más difícil» a la hora de competir con Nvidia.
«La decisión de Nvidia de fijar el precio de la plataforma ‘Blackwell’ competitivamente también ilustra que la prioridad se basan en ganancias a largo plazo frente a márgenes de beneficio a corto plazo«, destacan.
Además, el CEO de la compañía, Jensen Huang, aprovechó su intervención para reiterar que «los operadores de centros de datos, a largo plazo, acelerarán más las cargas de trabajo y que la empresa permanecerá bien posicionada para capturar una parte desproporcionada de la oportunidad de mercado anual de aproximadamente 250.000 millones de dólares».
«Además, cree que cualquier gasto en IA generativa será incremental para esta oportunidad de 250.000 millones, mientras que el gasto en IA por parte de los Estados soberanos también contribuiría a sus perspectivas de crecimiento. Sobre esto último, si bien todavía no tenemos claro el uso del mercado por parte de la empresa, apreciamos el atractivo de la oportunidad dado el deseo de los Estados nacionales de gestionar datos y desarrollar y ejecutar modelos de IA a nivel nacional«, agregan.
Además, Huang señaló que ‘InfiniBand’ sigue siendo el protocolo de red preferido para cargas de trabajo de IA debido a su baja latencia en comparación con Ethernet, aunque desde Goldman Sachs recuerdan que «la empresa está introduciendo una solución basada en Ethernet (también conocida como Spectrum-X) pero con capacidades adicionales como enrutamiento adaptativo, control de congestión y aislamiento de ruido».
En líneas generales, los analistas de la firma ponen el foco en la alta demanda que Nvidia está experimentando sobre sus chips anteriores a pesar de los últimos lanzamientos, lo que interpretan como «un signo constructivo».
«Sobre la perspectiva a corto plazo, el hecho de que la demanda de ‘Hopper’ (es decir, H100, H200, GH200) se mantenga fuerte a pesar de que los clientes son conscientes de que el próximo lanzamiento de ‘Blackwell’ es un signo constructivo, en nuestra opinión, e indica que la compra del cliente del centro de datos se basa en la demanda real a corto plazo», aseguran.
Asimismo, destacan que el precio objetivo de 1.000 dólares por acción se basa en una previsión de beneficio por acción (BPA) «normalizado» de 20 dólares, y valoran que los principales riesgos a la baja para su estimación son «el carácter cíclico en el gasto del centro de datos, la pérdida de participación de mercado en GPU de centros de datos, una demanda peor de lo esperado de GPU para juegos, más endurecimiento de las restricciones a las exportaciones de China, retrasos en la introducción de nuevos productos y problemas en la cadena de suministro».