Íñigo C. D. A. y Gaizka L. M. G. se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza como presuntos autores del incendio forestal que, en julio de 2019, calcinó alrededor de 900 hectáreas en la Sierra de Alcubierre. Ambos circulaban a bordo de un buggy que se prendió fuego en plena alerta roja por riesgo de incendio mientras preparaban el Rally Panáfrica de Marruecos, una circunstancia que reconocieron sin paliativos al mismo tiempo que reiteraron que la modificación de varios elementos del vehículo como la instalación de un segundo depósito de combustible sobre el motor o la eliminación del filtro antichispas del tubo de escape estaban homologados. Quienes rebatieron su alegato fue un guardia civil –«era imposible que se autorizaran las modificaciones porque era un vehículo diferente al que compraron», afirmó– y el por entonces alcalde de Leciñena y Agente de Protección de la Naturaleza (APN), Raúl Gracia, al denunciar que no deberían haber iniciado la práctica deportiva. «Era una actividad totalmente irresponsable y sin ningún tipo de autorización», lamentó Gracia.