Carlos Sainz (Ferrari), flamante ganador del Gran Premio de Australia, -su tercera victoria en Fórmula 1-, ha celebrado su éxito, pero sobre todo ha recordado que llega tras saber que no seguirá en Ferrari en 2025, lograr un podio en la primera carrera del año en Bahrein y sufrir una operación de apendicitis en Arabia: «La vida puede ser una montaña rusa, pero es maravillosa. El trabajo duro da sus frutos y nunca hay que rendirse».
Sainz, de 29 años, que hace dos semanas fue intervenido de urgencia y tuvo que perderse la carrera en Jeddah, ha protagonizado una espléndida actuación en Melbourne y tras ser segundo en clasificación, hoy ha adelantado al poleman Verstappen en la segunda vuelta para poner rumbo a una espectacular victoria, por delante de su compañero, el monegasco Charles Leclerc y Lando Norris (McLaren).
«Esto demuestra que la vida a veces es una locura. Con lo que pasó al inicio de temporada, el podio en Baréin, luego la apendicitis, el retorno, la victoria… Ha sido como una montaña rusa. Pero me ha encantado. Estoy muy feliz», insistía un eufórico Carlos Sainz.
El adelantamiento a Verstappen, clave
Con un nivel de autoconfianza altísimo, que le ha permitido ir a por Verstappen desde la salida, el madrileño ha explicado que «sabía que podía ganar desde la vuelta 2, cuando me he puesto líder. Con el ritmo que tenía ayer, sabía que podía hacerlo. Pero el riesgo de un Safety Car o una bandera roja siempre rondaba mi cabeza. Afortunadamente, ha sido una carrera limpia».
«Me he sentido muy bien; algo rígido, porque en el aspecto físico no fue lo más fácil; pero me sentí bien y pude gestionar bien los neumáticos. Y estoy muy contento, con mi victoria y con el ‘doblete’ de Ferrari», ha comentado Carlos tras bajarse del Ferrari.
El abandono de Max ha puesto en bandeja la victoria: «Podía seguirle el ritmo al principio, he querido aprovechar el poder del DRS aquí. Mi oportunidad llegó en la curva 3. Luego empezó a tener problemas en los frenos, y eso ha sido todo para él. Una lástima, porque habríamos tenido una buena batalla, pero estoy feliz por llevarme la victoria, Max ya tiene muchas», ha señalado.
Entre aplausos y felicitaciones, Sainz ha tirado de ironía: «Recomiendo a todos los pilotos que se quiten el apéndice», ha bromeado Carlos, que marcha cuarto en el Mundial a siete puntos de su compañero Leclerc, segundo, a pesar de haberse perdido una carrera. «Estoy feliz de hacer doblete con Charles, demuestra que el trabajo duro tiene su recompensa».
«Nuestro coche funcionó realmente bien este fin de semana. Era un coche ganador desde la primera vuelta. Podíamos haber hecho la pole, este año tenemos un coche fuerte y con un buen programa de evoluciones espero que podamos luchar contra Red Bull con más frecuencia» ha celebrado Carlos, que sin duda se ha reivindicado y ha disparado su cotización en el mercado de pilotos para 2025.
«Sigo sin trabajo para el año que viene…. así que seguro que esto ayuda. Corro para demostrarme que puedo ganar con un coche competitivo, cuando existe la oportunidad. No corro para demostrarle a los ‘team principal’ ni a la gente mi valor. Lo hago para demostrármelo a mí. Es mi mentalidad y es como correré el resto de la temporada», ha zanjado Sainz, que el próximo año será relevado por Lewis Hamilton en Ferrari.