La lluvia ha frustrado a última hora de la tarde la procesión del Domingo de Ramos en Murcia. La climatología obligó a suspender el desfile justo cuando la talla de Salzillo, el Cristo de la Esperanza, iba a salir de la iglesia de San Pedro, lo que obligó a suspender el desfile, precipitando el retorno al templo de las siete tallas que ya procesionaban, frustrando la salida del Cristo de la Esperanza que iba a estar acompañado por efectivos del CNP y de la Brigada Paracaidista, con base en Alcantarilla, del Ejercito del Aire y del Espacio.
Antes de las primeras gotas de lluvia, todo transcurría según lo programado. Miles de personas arroparon esta tarde la procesión del Domingo de Ramos en Murcia, a cargo de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza, María Santísima de los Dolores y del Santo Celo por la Salvación de las Almas.
A pesar del gris día que amenazaba con lluvia, el cortejo compuesto por nazarenos ataviados con sus túnicas y ocho tronos ha salido de la iglesia de San Pedro sobre las 18.00 horas al compás de las bandas de música, en el primer gran desfile de la Semana Santa murciana, en la cual las refinadas tallas nos hablan de pasajes bíblicos a través del arte imaginero de Salzillo o Baglietto.
Como ‘La entrada de Jesús a Jerusalen» con la burrica, la protagonista de este Domingo de Ramos que ha salido en tercer lugar, precedida por ‘Dejad que los niños se acerquen a mi’ y ‘Arrepentimienton y perdón de María Magdalena’. A las 18.43 han repicado las campanas del templo y tronado los tambores antes de que pudiera emocionar a los presentes el ‘San Pedro arrepentido’ de Salzillo, imagen de 1780 que recupera su policromía original tras su paso por el taller de restauración , al son de ‘La muerte no es el final’.
Pero ha sido ‘Nuestro padre Jesús nazareno de la penitencia’, con esa cruz al hombro que lleva por todos nosotros, el que, con la perenne ‘La Saeta’ de Serrat, ha emocionado al público con aplausos y alguna lágrima. Un efecto similar experimentado con ‘Maria Santísima de los Dolores’ y el Himno nacional, o con ‘El Cristo de la Esperanza’ ambas de Salzillo. Estas últimas talla ha estado acompañada, como es costumbre, por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Brigada Paracaidista, con base en Alcantarilla, del Ejército del Aire y del Espacio.
Pero la jornada no se ha limitado a la procesión vespertina. Poco antes de las diez de la mañana se bendecían las típicas palmas y ramos en la parroquia de Jesús, mientras que a las once se ha hecho lo propio en la de San Pedro Apóstol. Sobre la misma hora se producía el traslado de Nuestro Padres Jesús del Gran Poder al convento de las Madres Capuchinas del Malecón. Y a lo largo del día, en diferentes horarios, se han expuesto a la admiración del público los tronos de las cofradías de la Esperanza, del Perdón y de Servitas de María Santísima de las Angustias en las iglesias de San Pedro Apóstol, de San Antolín Mártir y de San Bartolomé-Santa María, respectivamente.
Más allá de la fe
La Semana Santa murciana, Fiesta de Interés Turístico Internacional, no está sola en cuanto a las excelentes previsiones del Gobierno regional. Tanto la capital como Cartagena y Lorca alcanzarán una ocupación turística “casi total” a partir de la segunda mitad de la semana, indican desde el Ejecutivo de López Miras, será uno de los factores clave para mantener o incluso superar las cifras récord de empleo turístico y el impacto económico de 110 millones de euros del pasado año.