Cuando la monarquía prohibió a Denis Diderot seguir publicando la Enciclopedia, un compendio del saber que la realeza veía como una amenaza al trono, la emperatriz rusa Catalina II le invitó a Rusia para seguir con la impresión de la obra, que llevaba ya 28 volúmenes de miles de páginas. Era 1773, y el encuentro se convirtió en un símbolo de los intercambios culturales ilustrados entre Europa y Rusia.
Así lo ve el Comité Denis Diderot, un grupo de presión galo creado en marzo de 2022, tras la invasión a gran escala de Ucrania para fomentar “el libre flujo de información entre Europa y Rusia, sin propaganda de guerra”.
Ese espíritu del libre intercambio de información del Comité Diderot es la semilla que inspiró a Reporteros Sin Fronteras para crear un paquete de televisión por satélite que llegara a los hogares rusos, bielorrusos y de las zonas ocupadas de Ucrania, según explica a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Edith Rodríguez, vicepresidenta de la organización internacional.
El proyecto se llama Svoboda, libertad en español. Retransmite ya una decena de canales en ruso. En su mayor parte es contenido audiovisual generado por medios independientes.
Entre ellos destaca Novaya Gazeta Europa, el medio de Dmitri Murátov, galardonado en 2021 con el Premio Nobel de la Paz. En marzo de 2022, el Kremlin obligó a suspender su publicación en Rusia, por su posición crítica con el régimen de Vladímir Putin y la invasión de Ucrania. Ahora tiene su sede en el exilio en París. Seis de sus periodistas han sido asesinados en los últimos 20 años, siempre tras investigaciones que exponían la corrupción, las mentiras o la opresión del Gobierno. Entre ellos, la famosa periodista Anna Politkóvskaya, asesinada en 2006 por su oposición a otra guerra, la de Chechenia.
Svoboda emite también la televisión de uno de los medios rusos en el exilio más populares, Meduza, un portal que publica desde el exilio en Letonia. Y Radio Sajárov, dirigida desde Berlín por el historiador y activista opositor ruso Sergéi Lukashevski, que también tuvo que huir de Moscú tras el ataque de Rusia contra Ucrania.
Hay también emisiones de los medios en ruso Echo, Current Time, Euroradio, TV8, Ost/West 24… Exhiben, sobre todo, documentales, programas de debate de televisión o radio e informativos, aunque también dedican espacio al entretenimiento.
Antes de que termine el año pretenden llegar a los 25 canales. El último en unirse ha sido la una televisión pública alemana, la Deutsche Welle, en su emisión en ruso, y lo hizo pocos días antes de las elecciones rusas del pasado domingo.
Lanzamiento apadrinado por la UE
El evento de lanzamiento de Svoboda se celebró en el Parlamento Europeo en Bruselas el 5 de marzo. “De momento los gastos corren a cargo de RSF, pero será financiado por el Parlamento Europeo”, explica Rodríguez.
Tanto el nombre como los oyentes potenciales recuerdan a la iniciativa estadounidense durante la Guerra Fría contra la Unión Soviética, Radio Free Europe y Radio Liberty. Alcanzaron a ciudadanos detrás del telón de acero que luego serían clave, como el luego ex presidente polaco Lech Walesa o el checo Vaclav Havel.
¿Es una iniciativa de contrapropaganda? “No lo es. La idea es contrarrestar la propaganda rusa, en nuestro caso exportando información. Son medios independientes. ¿Quién puede pensar que la Novaya Gazeta de Muratov hace propaganda, un medio al que han asesinado a seis de sus periodistas?”. ¿Activismo? “Sí, sí se entiende como la defensa de la pluralidad de voces”.
El servicio está disponible para 4,5 millones de hogares en la Federación de Rusia y 800.000 en la Ucrania ocupada, según los datos de RSF. Actualmente, todas estas viviendas reciben señal de televisión de este satélite y no requieren ningún equipo adicional para sintonizar los nuevos canales. No debería haber problemas en la seguridad de los que lo reciben, al contrario que otros medios que dejan rastro, como Internet. “Es difícil para el Gobierno combatirlo. Tendrían que ponerse a arrancar las antenas parabólicas de las casas. Si captas la señal de Eutelsat, lo recibes y punto”, subraya la responsable de RSF.
Por el momento, Svoboda emite en la posición 13 del satélite Hot Bird, la segunda mejor posición del Eutelsat. El objetivo de la organización es llegar a la posición 36, que es la mejor y tendría más alcance. De momento solo llegan al 3,5% de los 143 millones de rusos.
La ruptura del tabú ucraniano
Una de las características que definen al nuevo canal de canales es que se han sumado productores de contenido bielorrusos y ucranianos. No es algo obvio que los ucranianos participen en iniciativas que incluyan a rusos, por mucho que sean disidentes.
El Comité Denis Diderot fue creado por André Lange, investigador sobre información y Jim Philipoff, es director del Kyiv Post, uno de los medios ucranianos que más repercusión internacional han tenido durante estos dos años de guerra fuera de sus fronteras.
Una de sus primeras acciones fue conseguir apoyos para presionar a la Unión Europea para que retiraran la licencia de emisión en Eutelsat de dos canales rusos que consideraban de propaganda de guerra, NTV+ y Trikolor. Lo consiguieron.
También se cancelaron las licencias para el canal oficial del Gobierno ruso en el exterior, RT, que emite en distintos idiomas, y la agencia Sputnik. “Esa suspensión responde a una lógica que defendemos desde RSF, y es la de la reciprocidad: si yo te doy licencias para que abras delegaciones, trabajes y emitas en mi territorio con libertad, debes hacer lo mismo. Si eres un gobierno autoritario como el ruso o el chino, no debemos permitirlo”, concluye Edith Rodríguez.
La represión de la información libre en Rusia es sistemática. Recientemente, el Parlamento (Duma) ha aprobado una nueva regulación que obliga a los proveedores de servicios de VPN (que permiten saltarse la censura nacional) tener una sede en Rusia. Una puerta a la que llamar. La intención de la iniciativa por satélite Svoboda es circunvalar esas nuevas prohibiciones.