«Hemos tenido un problema con Claudia». Amparo, aún rota, recuerda la llamada como si se la acabaran de hacer. Jueves, 5 de febrero de 2015, en Barcelona. Hace nueve años que enterró a su hija Claudia, pero le sigue pareciendo hoy. Demasiado pronto, tenía solo once años. Sin despedidas. Demasiado cruel.