“Los padres de hijos con discapacidad intelectual necesitamos descansar, pero somos los grandes olvidados”

En 2007, Álvaro Villanueva se convirtió en padre. En aquel momento, ni él ni su mujer sabían que su bebé nació con varias enfermedades que lo acompañarían y condicionarían el resto de su vida. El diagnóstico médico -esclerosis tuberosa y poliquistosis renal- le convirtió en un niño con gran discapacidad intelectual.