El salón del hall de recepción del hotel Hyatt de Londres, a escasos metros del Estadio Olímpico donde España cayó este viernes ante Colombia, era un hervidero. Caras conocidas como las del carismático René Higuita o la del campeón del mundo Joan Capdevila alternaban con el ejército de empleados federativos, la tropa de la RFEF, quienes iban y venían de un lado para otro con sus ordenadores y su ropa corporativa. Pero pese a las noticias que llegaban de Las Rozas sobre la intervención de la UCO, más que tensión se respiraba alivio.