En medio de rumores sobre la posible excarcelación de represores de la última dictadura militar argentina (1976-83) que cumplen condenas por delitos de lesa humanidad, la agrupación H.I.J.O.S. de desaparecidos denunció que una de sus integrantes sufrió un «atentado contra la vida» al ser fue «golpeada, abusada y amenazada de muerte» por dos personas que irrumpieron en su casa y le advirtieron: «no vinimos a robarte, vinimos a matarte. A nosotros nos pagan para eso». H.I.J.O.S. responsabilizó al Gobierno de ultraderecha por el episodio por su constante banalización de la tragedia que tuvo lugar hace 48 años y todavía exhibe sus marcas y disputas en este país.