La ministra de Sanidad, Mónica García, se han reunido este viernes con sociedades científicas y entidades de salud pública para evaluar y compartir la propuesta del nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027. Una reunión «productiva», señaló en rueda de prensa tras el encuentro, en la que sobre la mesa, se han puesto muchos datos. «No podemos permitirnos perder a 140 personas cada día por el tabaco» ha dicho la ministra que, además, confió en llegar a un consenso con las comunidades que tienen hasta el próximo 27 de marzo para entregar sus aportaciones al documento.
«No podemos permitirnos que 460 chavales inicien el hábito tabaco al día, estamos hablando de 50.000 fallecidos al año por este problema; 16 tipos de cáncer están directamente relacionados y estamos hablando también de 450 fallecidos en el año 2020 de personas que no son fumadoras, pero que han estado expuestas al tabaco. Ante estas cifras, creo que, como ministerio y sociedad, merecemos sacar adelante este plan», señaló la ministra.
Espacios libres de humo
Arropada por sociedades científicas y asociaciones, la ministra compareció acompañada por Pedro Gullón, director general de Salud Pública, y abogó por más espacios libres de humo y por «prevenir el humo de segunda generación». Aludió a «consumos emergentes con datos muy preocupantes: uno de cada cuatro chavales entre 12 y 13 años se han iniciado en el vapeo».
Lejos de lo que «nos están contando, de que estos nuevos consumos emergentes pueden ayudar a reducir el control de daños, lo que sabemos, y la evidencia científica nos avala, es que es una puerta de entrada para que los más jóvenes inicien esa adicción», ha afirmado la ministra. Por eso, se preció del «amplio consenso» sobre el plan antitabaco, en toda su dimensión, obtenido con las sociedades científicas, con la sociedad en general y, también, dijo, con las comunidades autónomas de las que dijo: «muchas han puesto en marcha planes para tener espacios libres de humo».
Plazo para las comunidades
Mónica García señaló que van a esperar «a recibir ese feedback que les hemos pedido a las diferentes comunidades autónomas que nos solicitaron un poquito más de tiempo», indicó en relación al plazo que ha dado el Ministerio tras presentar el plan en la última reunión de la Comisión de Salud Pública. Ese plazo añadió, vence el 27 de marzo. «Se llevará a cabo una nueva comisión extraordinaria de Salud Pública y, posteriormente, el pleno del Consejo Interterritorial del día 5 de abril«, precisó.
El documento ha sido muy aplaudido por sociedades médicas y asociaciones. Tras la reunión con la ministra, Isabel Orbe, directora general de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), mostró su contento. «Apoyamos este Plan Integral de prevención del Tabaquismo. La salud de nuestros hijos no puede estar en manos se interese partidistas, ni empresariales», dijo. El mismo apoyo cerrado expresó el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el doctor Francisco Pascual.
Una «hoja de ruta»
El plan, que Pedro Gullón tildó de «hoja de ruta» para los próximos años, fue sometido a consenso de las comunidades el pasado 14 de marzo en la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS). Ese día, las comunidades pidieron más tiempo para estudiarlo. Disponen todavía de unos días «para que puedan revisar lo que quede por revisar y aportar diferentes cosas para mejorarlo», explicaba recientemente el Secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla.
El Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 contempla líneas generales de actuación -que deberán después concretarse en una futura reforma de la ley antitabaco-, como prohibir fumar en los coches cuando haya niños o ampliar los espacios libres de humo como terrazas de bar o marquesinas de autobús, un mayor control del tabaco electrónico y una subida de impuestos al tabaco.
El documento es una prioridad para el Ministerio y cuenta con la autoría, no solo de los equipos técnicos de este departamento, sino también con los de las comunidades autónomas o sociedades científicas. El borrador del Plan Integral se compone de cinco metas y 22 objetivos encaminados a reducir el consumo de tabaco en España. Entre ellos, destaca la intención de equiparar los vapeadores a los cigarrillos convencionales, porque los primeros «intentan hacer un lavado de cara del consumo de nicotina» y resultan «especialmente» atractivos para la juventud al dar «una imagen más tecnológica y transmitir la sensación de que disminuyen el riesgo para la salud».
La estrategia propone «equiparar su promoción y publicidad a la de las formas de consumo más tradicionales» y regular la venta y consumo tanto de los dispositivos que utilicen líquidos, cartuchos o recambios de nicotina como los que no, ya que estos últimos son «la puerta de entrada al consumo de tabaco y la adicción posterior».