«Una pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego sostenible» en Gaza. Esta es la enrevesada fórmula que ha permitido a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete superar sus enormes diferencias internas y alcanzar un acuerdo de mínimos para tratar de influir en la guerra entre Israel y Hamás.
Los líderes europeos se declaran «profundamente preocupados» por la «catastrófica situación humanitaria» en Gaza, así como por el «riesgo inminente de hambruna causado por la insuficiente entrada de ayuda». Por eso, reclaman a Israel la apertura de las rutas terrestres al considerar insuficiente el nuevo corredor marítimo abierto desde Chipre, según se recoge en las conclusiones de la cumbre celebrada este jueves en Bruselas.
La UE le pide también al Gobierno de Benjamin Netanyahu que no ejecute la ofensiva terrestre que ha anunciado en Rafah, al sur de la Franja, donde se concentran ahora más de un millón de palestinos buscando seguridad. Finalmente, el Consejo Europeo considera «esenciales» los servicios prestados por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) tras las acusaciones de Israel.
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Es la primera vez que los jefes de Estado y de Gobierno consiguen pactar un texto de conclusiones sobre Gaza desde la cumbre de octubre de 2023, poco después de los ataques terroristas de Hamás en Israel. Un consenso que ha sido posible después de que Estados Unidos haya presentado una resolución en la ONU que sí pide explícitamente un alto el fuego en Gaza.
La UE no ha sido capaz de llegar tan lejos debido a las divergencias internas y a las distintas sensibilidades entre los Estados miembros. Por un lado, España, Bélgica e Irlanda son los Estados miembros que más han insistido desde el principio en la necesidad de un alto el fuego. En el extremo contrario, países como Alemania, República Checa, Austria o Hungría se negaban por considerar que pondría en riesgo el derecho de Israel a defenderse, que ha vuelto a reafirmarse.
Los líderes europeos han mantenido este jueves en Bruselas un almuerzo de trabajo con el secretario general de Naciones Unidas. António Guterres ha señalado que «así como condenamos los ataques terroristas del 7 de octubre y otras violaciones del derecho internacional humanitario por parte de Hamás, también condenamos el hecho de que estamos siendo testigos de un número de víctimas civiles en Gaza sin precedentes».
«El principio básico del derecho internacional humanitario es la protección de los civiles. Debemos atenernos a los principios, igual en Ucrania que en Gaza, sin dobles estándares», ha reclamado Guterres a los líderes europeos.
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sostiene que la UE se ha acercado a la posición que España ha defendido desde el principio. Sánchez ha defendido «abrir las puertas a una ayuda humanitaria que tiene que ser proporcional al drama humanitario, a la emergencia, a la catástrofe humanitaria que está sufriendo en Gaza».
España ha insistido también en la celebración de una conferencia de paz que permita poner en práctica la solución de dos Estados.