El tono ha cambiado. El espectro de la guerra se ha colado de lleno en la mesa de los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE que este viernes se han despedido de Bruselas, tras dos días de reuniones, con la constatación por parte del Kremlin de que Rusia está en “estado de guerra”, un cambio de narrativa de 180 grados en un país en el que mencionar la palabra ‘guerra’, en relación con Ucrania, podía terminar en detención. “Nos encontramos en un estado de guerra. Sí, comenzó como una operación militar especial, pero tan pronto como se formó toda esta pandilla, cuando Occidente participó en todo esto junto con Ucrania, para nosotros se convirtió en una guerra. Estoy convencido de ello y todo el mundo debe entenderlo”, ha dicho este viernes el portavoz ruso Dmitri Peskov.
“Rusia está en guerra contra Ucrania desde el 22 de febrero de 2022. Estos comentarios de hoy demuestran que el Kremlin ha traicionado a la población rusa en los últimos dos años, ocultando los hechos y negando que estaban en guerra”, ha respondido con firmeza la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Con la misma gravedad se ha pronunciado el presidente del Consejo Europol, Charles Michel, que ha calificado a Peskov de cínico.
“Desde hace dos años repetía y repetía que esto no era una guerra contra Ucrania, sino una operación militar especial. Incluso decidieron criminalizar a aquellos que planteaban que esto era una guerra. Con esa declaración reconocen que es una guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”, ha añadido advirtiendo que no se sienten intimidados por Moscú.
El cambio de retórica del Kremlin no hace, sino reafirmar a la UE que el camino emprendido para reforzar la defensa europea y aumentar el gasto militar es el bueno. “Eso demuestra que tenemos razón a la hora de reforzar nuestra preparación en materia de defensa. No queremos despertar ansiedad en la población europea” pero “queremos decirle a nuestra ciudadanía que si queremos paz, seguridad y estabilidad es muy importante mejorar nuestra capacidad de defensa y crear una Unión Europea de la defensa”, ha defendido el liberal belga.
La reacción europea coincide con la adopción de la nueva ronda de sanciones contra Rusia por la muerte del líder opositor Alekséi Navalni en una cárcel del Ártico en febrero. En total, la lista de sancionados incluye a 33 personas y dos entidades a quien la UE considera implicados en la muerte del opositor. Entre los sancionados está el gobernador de la región Yamal-Nenets, Dmitri Artyujov. También aparecen miembros de la judicatura.