Dos meses depués de estallar el escándalo, la CNMV ha hecho pública la esperada investigación sobre las cuentas de Grifols y lo cierto es que el informe es un balón de oxígeno para la compañía, que en lo que va de año ha perdido un 40% en bolsa. La CNMV afirma que en las investigaciones sobre Grifols «no se han identificado errores significativos» de los estados financieros y que tampoco ha encontrado evidencias «que permitan concluir que el endeudamiento financiero reflejado por Grifols en sus estados financieros anuales consolidados no se corresponde con la realidad». De hecho, la Comisión afirma que no ve necesario reformular las cuentas de la multinacional catalana. No obstante, la CNMV señala un puñado de «deficiencias relevantes» en la consolidación de la firma, sobre todo en el detalle y exactitud de los desgloses, notas explicativas de las cifras y en la presentación del Ebitda, así como en el ratio deuda/Ebitda. La CNMV explica que considera las deficiencias significativas, «en la medida que han dificultado en algunos ejercicios la capacidad de los inversores de entender adecuadamente la situación financiera, resultados y flujos de efectivo» de la empresa.