El Pabellón de El Batán acoge mañana (18.30 horas) el comienzo de la serie de cuartos de final del playoff por el título de la Superliga más canariona de la historia de la competición, en un choque inédito entre el anfitrión, el San Roque, y el visitante y vigente campeón, el Guaguas. La lógica otorga todo el favoritismo a los amarillos, pero los rojillos no tienen nada que perder y van a intentar hacer sudar al quinto mejor equipo del continente europeo.
El acento grancanario lo ponen sus dos técnicos. Alberto Rodríguez, al frente de los chicos del barrio; y la leyenda del voleibol isleño, Sergio Miguel Camarero, al frente del campeonísimo. Tres encuentros y uno de ellos se clasificará para semifinales.
«Es el primer playoff de nuestra historia y en nuestra primera temporada en la Superliga», recuerda Rodríguez, para quien esta eliminatoria supone «un premio al trabajo duro que hemos realizado durante toda la temporada; primero fue conseguir la salvación y ahora toca disfrutar de este playoff». «Ante la imposibilidad económica de fichar grandes estrellas hemos querido fortalecer el grupo. En todas nuestras líneas hemos conseguido que los jugadores se hayan sentido importantes, porque al tener una plantilla limitada si no aportaban todos, íbamos a tener problemas», reconoce el estratega del San Roque.
Por su parte, Camarero recuerda que se trata de dos equipos que «siempre han estado muy unidos». «Siempre hemos colaborado unos con los otros y es un orgullo para los dos poder disputar juntos este playoff», añadía.
En opinión de Alberto Rodríguez, la incorporación en el mercado invernal de Mauro Fuentes «fue muy importante para el equipo, pero en general, todos los jugadores han querido empujar en el mismo sentido».
Para el responsable del banquillo amarillo, por su parte, la brillante trayectoria que lleva el club hasta el momento se debe a que tienen una plantilla muy amplia: «Han participado todos los jugadores y su rendimiento ha sido excelente, por eso hemos podido estar vivos en todas las competiciones y todavía nos quedan las eliminatorias por el título».
En cuanto al espíritu aguerrido mostrado por los rojillos durante la temporada, su entrenador reconoce que viene «de la irregularidad que teníamos a principios de temporada». «Incluso en los encuentros que perdíamos, no se dejaba de dar la cara en todo el partido. Creo que se debe a ese trabajo diario, en el que entrenamos muy duro y muy bien, porque al final hemos sabido jugar los finales de set y los tie-break, que han sido muy importantes».
En una eliminatoria en la que el San Roque se mide a un equipo como el Guaguas, que ostenta claramente la vitola de favoritos, reconoce Alberto Rodríquez que se afronta «con la misma ilusión y ganas» que si les hubiera tocado jugar contra otro rival de la competición: «Tenemos la mentalidad de querer competir, de terminar con un buen sabor de boca y dar un espectáculo tanto en el partido de El Batán como en el CID, porque va a ser bonito. No damos ningún partido por perdido, porque nos da igual quién sea nuestro rival, aún sabiendo la gran plantilla que tiene el Guaguas, que está haciendo una gran temporada tanto en Europa como en los torneos domésticos, porque al final esto es voleibol y ojalá podamos irnos hasta el tercer partido».
Plantilla equilibrada
A pesar del favoritimo, Camarero no se fía de un San Roque que «ha mejorado muchísimo». «Se han merecido por un buen juego estar aquí, cuentan con el opuesto (Ulrik Dahl), con dos cuatros que hacen puntos (Bruno Santos y Mauro Fuentes), tienen a un líbero de gran nivel (Rodrigo Gallardo), a dos colocadores que han jugado muy bien este año (Guillermo Loeches y Dani Castañeda), a Moisés Cezar que tiene un potencial muy alto como central junto a Nahuel Camacho, han conformado una plantilla equilibrada en la que todos participan y va a ser un partido muy difícil», analizó.
Ante la amplitud de plantilla que tienen los amarillos, el entrenador del San Roque considera que no cambia su planteamiento el que jueguen unos u otros, ya que «conocemos a todos los jugadores, lo que me preocupa es que estemos nosotros bien, ser regulares y atrevidos para que ellos no nos pasen por encima».
De su colega, Sergio Miguel Camarero, señala que le respeta mucho: «Tiene una gran trayectoria, he coincidido mucho con él, incluso entrenando juntos . Me alegro mucho por él, de todo lo que ha logrado un grancanario, pero al final, en el campo no tenemos amigos. Es una alegría poder enfrentarnos dos equipos de la Isla».
El entrenador amarillo afirma que conoce a su homólogo en el banquillo rival desde hace tiempo: «No me sorprende el rendimiento que ha conseguido del equipo, es muy trabajador, está muy implicado, le transmite al equipo mucha intensidad y los valores que él tiene como persona y como entrenador, es un joven canario que va a llegar muy lejos, lo tiene todo para poder triunfar».
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