El aumento del gasto en defensa se ha convertido en una de las principales prioridades del Gobierno de Pedro Sánchez. El curso de la guerra en Ucrania y la amenaza de que Rusia expanda a otros países su ofensiva, como discuten los Veintisiete en el Consejo Europeo, obliga a replantear lo que denominan “capacidad disuasoria”. Para ello, Pedro Sánchez sorteará las limitaciones impuestas por la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado con modificaciones presupuestarias. En total, ascenderán a algo más de 1.000 millones de euros.
A pesar de no aprobarse nuevos Presupuestos, se garantizará el incremento de una décima más del gasto en defensa, según fuentes tanto del ministerio que dirige Margarita Robles como del de Economía. Hasta el 1,3% del PIB, con el objetivo de no desviarse de la senda comprometida para alcanzar el 2% en 2029, aseguran desde el entorno de la titular de Defensa. El
aprobado este martes en el Consejo de Ministros señala igualmente este compromiso y pone en valor que en 2023 “se ha trabajado en inversiones y adquisiciones de sistemas de defensa que van en esa dirección”, además de incrementar la contribución financiera al Fondo Europeo para la Paz (EPF, por su siglas en inglés).
En los Presupuestos de 2023 la partida para Defensa ascendió a 12.825 millones de euros. El gasto real fue más elevado al recurrirse a modificaciones de los límites de gasto o al Fondo de Contigencias para sufragar otras inversiones. En Moncloa garantizan que también se harán los mismos encajes presupuestarios para cumplir con las medidas del plan de recuperación pendientes para este ejercicio.
El presidente del Gobierno desplegaba a su llegada al Consejo Europeo este jueves un discurso con pocos eufemismos. Tras situar la seguridad como un “bien público”, defendía que “necesita de financiación nacional” y europea. “Es importante que la ciudadanía española lo tenga presente”, explicaba a los medios de comunicación sobre “el cuestionamiento de la seguridad europea por el régimen de Putin”. De ahí su posición para fortalecer la capacidad de disuasión y reforzar a industria de la defensa. Sin poner cifras sobre la mesa ni concretar estrategias, pero sí haciendo pedagogía sobre que la respuesta debería estar a la altura de la pandemia, con la compra conjunta de vacunas, o de la guerra de Ucrania, con la reforma del mercado eléctrico.
Apoyo a Ucrania
Sánchez se reunió el pasado lunes con los principales representantes del sector de la defensa. Según la información oficial transmitida por Moncloa, en el encuentro se abordó “la importancia para el sector de aumentar la inversión en capacidad productiva e I+D y de crear empleo, además de elevar la participación y el liderazgo en los grandes programas europeos de defensa”. Todo ello dentro de la perspectiva de la recién presentada Estrategia Industrial Europea de la Defensa que busca un incremento presupuestario. En el marco del “refuerzo inmediato de las ayudas de España a Ucrania”, Sánchez señaló que esta industria “es clave para hacer frente a las necesidades urgentes del ejército ucraniano”.
Robles ya viene avanzando un mensaje preparatorio durante los últimos días, con titulares como que “la amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente”, según señaló en entrevista en el diario ‘La Vanguardia’. Este jueves, durante su comparecencia en la comisión de Defensa del Senado, sobre el peligro de una guerra generalizado de Rusia contra Occidente. «Todo el mundo ve lo que dice Putin, que estamos muy próximos a la tercera guerra mundial, y que no tiene problema en utilizar armas nuclares. La amenaza de Putin es una amenaza real; lo dice cada día», aseguró. Posiciones que chocan tanto con los socios de Gobierno como parlamentarios. Por la retórica y, sobre todo, por su consecuencia en el aumento del gasto militar en detrimento de otras inversiones.
Rechazo de los socios
Paradójicamente, la prórroga de los Presupuestos permitiría evitar un posible bloqueo de los socios al aumento del gasto militar en las cuentas públicas. Si desde Sumar se censuraron las palabras de la responsable de Defensa conminándola a «hablar más de paz y diplomacia», en Podemos avanzaron que el PSOE no contaría con sus votos para «multiplicar» el presupuesto militar a expensas del gasto social.
El socio minoritario de la coalición apuesta por “racionalizar” el gasto en defensa, en lugar de incrementarlo. Como explicaba esta semana el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, su propuesta pasa por “unificar e integrar el gasto en defensa para hacerlo más eficaz”, en lugar de “seguir aumentando el gasto militar”,
ERC presentó hace unos días en el Congreso una proposición no de ley para reducir el gasto militar. Se pone el foco en los desfiles “o cualquier otro acto o ceremonia militar o castrense que supongan un gasto superfluo de exhibición militar» para «recortar el presupuesto del Ministerio de Defensa destinado a tales fines y dedicarlos a partidas presupuestarias de políticas sociales». Desde EH Bildu, el senador Josu Estarrona reprochó a Robles durante su comparecencia en la Cámara baja que se opte por la confrontación bélica en lugar de trabajar en la consecución de la paz.