Un nuevo material elástico presenta una increíble «durabilidad adaptativa»: cada vez que se cae o se golpea, su fuerza se incrementa y se vuelve más difícil de romper. Podría ser de gran utilidad en futuros dispositivos electrónicos como nuevos teléfonos móviles, relojes inteligentes o tabletas, que están continuamente expuestos a todo tipo de golpes. Además, podría aplicarse en sensores médicos y prótesis electrónicas.