Contará la hemeroteca que Pau Cubarsí debutó en Inglaterra en un partido desconcertante. Un Colombia-España en el estadio olímpico de Londres, un campo fantasma, con los ‘cafeteros’ vistiendo de negro y los españoles de un amarillo pálido acorde al estado de salud de su Federación. Un encuentro que terminó con fiasco español. Suma Luis de la Fuente dos derrotas como seleccionador, las dos en suelo británico (Glasgow y Londres). Paradójico que con lo que le gusta el fútbol de las islas, haya mordido el polvo aquí las dos veces. Resultado desilusionante que pone el colofón a una semana traumática con la UCO deteniendo dirigentes en la Ciudad del Fútbol y el equipo saliendo trasquilado de una ‘pachanga’ intrascendente.
Fondo de armario
Había advertido De la Fuente que habría minutos para los menos habituales en esta ventana, eligiendo este partido ante Colombia para probar el fondo de armario de la selección. El encuentro organizado por la promotora Stage Front, empresa dedicada a la venta de entradas de todo tipo de eventos. Incluso este. En el once español no había ni un jugador titular del último partido, el jugado en Valladolid ante Georgia. Entre el marketing y las rotaciones quedó un partido difícilmente reconocible para el espectador. España mantenía a raya a Colombia con rápidas recuperaciones tras pérdida mientras De la Fuente paseaba inquieto por el área técnica. El rojiblanco Vivian, al que flotaban descaradamente los delanteros en la salida del balón, remató alto a la portería de Vargas en el único lanzamiento español. El encuentro era gélido como la noche londinense.
A la media hora De la Fuente recibió en la zona técnica la habitual visita de Pablo Amo para comentar lo poco que había y los datos de los analistas. Todo en orden. El de Haro apostó por un 4-2-3-1 que equilibraban los realistas Merino y Zubimendi, los dos hombres con los que más hablaba el seleccionador.
En el mismo estadio en el que Usain Bolt corrió los 100 metros en 9,64 se perpetraba uno de los partidos más soporíferos que uno recuerda. Era tan intrascendente el asunto que la grada celebró el calentamiento de sus suplentes como si de un gol se tratase. Tan indigesto era el trámite que se agradeció que Michael Oliver mandase a los jugadores al vestuario. Más que nada porque en la megafonía comenzó a sonar un ballenato que caldeó las caderas de la grada. Sin duda, lo más noticiable de la noche.
James encendió el partido
Remiro, que debutaba, sustituyó a Raya mientras en los ‘cafeteros’ se sumaba un punzante James que saludó efusivamente a Morata. El colombiano encendió el partido con un disparo lejano justo en el momento en que avisaban a Morata, Baena y Nico Williams para entrar. Pasaron minutos antes de que lo hicieran, tantos que vieron cómo Luis Díaz retrataba a Vivian en banda antes de asistir al segundo palo a Gabriel Muñoz, que remató solo a gol. Defensivamente, España hacía aguas por los laterales, donde Porro y Grimaldo estaban desaparecidos.
La única buena noticia de la noche se produjo a los 83 minutos, con el debut de Pau Cubarsí, que se convierte en el segundo debutante más joven en la selección, con 16 años y 60 días. Una efeméride para recordar en una noche para olvidar. Pero como diría Luis Aragonés, ¡qué esperan jugando de amarillo!