Dándolo todo en ‘Baila como puedas’ de TVE, Lydia Lozano se ha dejado ver este jueves inaugurando una tienda Koker, en Málaga, y lo cierto es que nos hemos encontrado con esa mujer todoterreno que sigue dando lo mejor de sí misma cada vez que ve una cámara.
Le hemos preguntado por el momento en el que se encuentra y nos ha confesado que este tiempo de atrás «ha sido duro que se acabe un programa que llevaba catorce años y salir de una cadena, pero las cosas cambian» y ahora está feliz en ‘Baila como puedas’.
Sin pelos en la lengua, la colaboradora nos ha comentado qué le está pareciendo el concurso que está haciendo Ángel Cristo Jr en ‘Supervivientes 2024’ y ha querido recordar que «llevaba un año llamándome a mí para ir a televisión cuando su madre le seguía dando dinero para comer, entonces que no me digan que este niño lo ha pasado fatal porque iba a los programas y decía que mamá era maravillosa».
Lydia tiene la certeza de que este cambio de actitud respecto a su familia se debe porque «la novia no le está llevando por buen camino porque Ángel no es malo, ha tenido una infancia difícil como lo ha tenido Sofía Cristo y ella ha salido».
En cuanto a Carmen Borrego, la tertuliana ha asegurado que «si yo estuviera en el otro programa me dirían ‘es que siempre pones verde a tus compañeros'» porque no entiende que esté «siempre cruzada de brazos encima de una plataforma cuando te has tirado de un helicóptero».
Tan sorprendida está con la actitud de su compañera que nos desvelaba que «espero que Jorge Javier Vázquez le meta un poquito de tralla porque Jorge la cuidaba por ser Carmen Borrego y compañera, pero espero que le de cera».
Y es que, aunque no le gusta el concurso que está haciendo Ángel, no entiende porqué Carmen «está todo el rato metiéndose con Ángel» y… ¡atención! porque también ha tenido palabras para Arantxa del Sol, de quien asegura que «se ha metido en un reality para ver si le dan luego un programa en la cadena».
Por último, le preguntábamos por ese libro que está escribiendo y nos comentaba que «sé que lo tengo que entregar como en verano», un proyecto que «me ha servido mucho de terapia, pero se acaba un programa de catorce años y es cuando llamé a la editorial y les dije ‘¿queréis ahora el libro?'».