El Consell de Mallorca se personará como acusación particular en la presunta estafa que llevaron a cabo cuatro personas, entre ellas un arquitecto, los cuales habrían conseguido un botín de 370.000 euros ofreciéndose a anular sanciones del Consell por infracciones urbanísticas. En este sentido, justifican dicha personación por el daño que ha causado esta organización al nombre de la propia institución, después de que se hayan hecho pasar por falsos funcionarios. Así, los timadores afirmaban que tenían contactos en el seno de la institución que les permitían eliminar los expedientes abiertos a propietarios que habían realizado obras irregulares. No obstante, desde el Consell niegan cualquier tipo de implicación por parte de los trabajadores del organismo.