Hubo una diáspora ucraniana antes que la actual, cuando la trágica centrifugadora de la II Guerra Mundial dispersó a millares de pobladores de tierras que se disputaron Hitler y Stalin llenándolas de hambre y de muertos. De esa onda expansiva de la historia violenta de Europa procede Paul Grod, abogado que nació ya en Canadá, hijo de padres ucranianos, esposo de una ucraniana también de la diáspora.