Los antiguos pobladores de las Islas Canarias, antes de la llegada de los castellanos, eran muy diferentes entre sí. Los habitantes de cada isla tenían sus propias tradiciones, su forma de vivir e interpretar la propia vida. De ellos nos ha quedado un legado muy importante que se debe recordar y aprovechar. Muchos deciden en la actualidad honrar dicho legado usando los diferentes y tan especiales nombres que se usaban entre los pobladores de aquella época.