Hoy el gobierno británico, a través de un portavoz de Downing Street, ha tenido que salir en defensa de la privacidad de Kate Middleton ante las presuntas violaciones de confidencialidad de la Clínica de Londres donde fue operada.

[Intentan acceder al historial clínico de Kate Middleton en el hospital donde se operó]

“Todos en la vida pública tienen derecho a la privacidad”, ha dicho el portavoz del primer ministro Rishi Sunak.

Y ha continuado: “Existen normas estrictas sobre los datos de los pacientes que deben seguirse”. Una declaración que destaca la importancia de proteger la confidencialidad de la información médica de las figuras públicas, entre las que también se incluye a la esposa del heredero de la corona británica.

Todo esto se produce cuando se ha conocido que un miembro del personal de la London Clinic, donde fue intervenida quirúrgicamente la Princesa el pasado enero, intentó acceder a su historial clínico.

La Princesa ingresó en la clínica hace unas semanas para someterse a una cirugía abdominal programada, y permaneció ingresada durante dos semanas antes de ser dada de alta.

Al menos un miembro del personal del hospital, ubicado en Marylebone, supuestamente fue sorprendido intentando acceder a los archivos de la esposa del Príncipe Guillermo.

La preocupación por esta supuesta violación de privacidad, ha llevado a la policía londinense a iniciar una investigación para saber si se infringió la confidencialidad de Kate como paciente de dicho centro hospitalario.

La secretaria de Estado de Sanidad, Maria Caulfield ha señalado las serias implicaciones de tales acciones, indicando que «las reglas son muy claras» y añadió que «a menos que se esté cuidando a ese paciente, o a menos que se haya dado su consentimiento, no debería nadie estar viendo el historial de la paciente».

Por su parte, la London Clinic, elegida por la Familia Real desde hace décadas para tratar a sus miembros, ha iniciado una investigación interna sobre este incidente. 

Por ello se ha pronunciado Al Russell, director ejecutivo de la clínica, afirmando que «no hay lugar en nuestro hospital para aquellos que violen intencionadamente la confianza de cualquier de nuestros pacientes o colegas».

El director añadió que «se tomarán todas las medidas regulatorias y disciplinarias apropiadas. Todos en London Clinic somos muy conscientes de nuestros deberes individuales, profesionales, éticos y legales con respecto a la confidencialidad del paciente».

«Nos enorgullece enormemente el excelente cuidado y discreción que intentamos brindar a todos nuestros pacientes que confían en nosotros todos los días», concluyó.