Tenemos 1.328 cerebros conservados que nos llegan desde la antigüedad. Algunos tienes 12.000 años, son cerebros encontrados en tumbas, ataúdes, naufragios. Loes estudian en Harvard. Es normal que se conserven los huesos, pero como los cerebros son tejido blanco, no se explican cómo se ha conservado.

Esos 1.328 movieron manos, cabezas, ordenaron besos y llanto. Alguien podría pensar que en esas neuronas sin un yo detrás hay información que se puede rescatar, como si encontráramos un ordenador, sacar información. Pero en este caso no es posible falta la persona, el yo, la suma de neuronas no es el yo que está en otra parte.

Estos son los sonidos de la sesión de control. Todos se acusan de corruptos, algunos acusan a otros de ignorantes, el Gobierno acusa a la oposición del incremento de la violencia machista y Sánchez se convierte en la oposición de Ayuso. La cosa no acaba ahí.

Sánchez está obsesionado con Ayuso y Feijóo amenaza con una comisión de investigación por el comportamiento de la mujer de Sánchez cuando todos sabemos que las comisiones de investigación no sirven para nada.

Hubo una época en la que se decía: no nos representan. Los que decían eso ahora se dedican a abrir bares. El problema es que sí nos representan. Es que los hemos votado. Tenemos un Congreso que se ha convertido en una pocilga. La vida social es otra cosa, que no nos engañen la gente no le va gritando a sus socios a sus clientes o sus cuñados «machistas» ni amenazándolos con investigaciones, ni llamando ladrón a todo el mundo.

La gente-gente no está en esto. Pero algo de responsabilidad tenemos los votantes. Hemos votado los españoles a dos partidos como el PP y el PSOE de forma mayoritaria que ni quieren ni pueden entenderse. Tenemos un Gobierno sin mayoría parlamentaria, es un espejismo porque la mayoría solo sirvió para la investidura. Ahora vemos cómo no sirven para sacar adelante una legislatura.