La Unión Europea desoye la petición de Pedro Sánchez de imponer sanciones económicas a Israel por su actuación en Gaza. Los ministros de Exteriores de los 27 han celebrado este lunes un «debate de orientación» sobre la carta del presidente del Gobierno y de su homólogo irlandés, Leo Varadkar, en la que sugerían suspender el Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, pero no ha habido mayoría suficiente para tomar ninguna medida en este sentido.

Alemania, Italia y Hungría han sido los países que han rechazado con más contundencia la propuesta de Madrid y Dublín, según han informado a EL ESPAÑOL fuentes europeas. «Ha habido una oposición muy clara por parte de un gran número de Estados miembros y no mucho apoyo», explica un diplomático comunitario.

Ya a la entrada de la reunión, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, había rebajado considerablemente sus aspiraciones al constatar la falta de apoyos. En lugar de suspender el Acuerdo, Albares se conformaba con convocar una reunión extraordinaria del Consejo de Asociación UE-Israel con el fin de trasladar al jefe de la diplomacia israelí el malestar de la UE por la catástrofe humanitaria en Gaza.

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Pero los ministros de Exteriores ni siquiera han aceptado esta propuesta de mínimos de Albares. «Yo he propuesto que utilicemos el propio Consejo de Asociación como una forma de mantener un diálogo sobre la situación humanitaria y los derechos humanos en Gaza con Israel. Desgraciadamente, no ha habido acuerdo en torno a la mesa«, ha relatado Albares al término de la reunión.

«Convocar un Consejo de Asociación ciertamente era complicado y no contaba con un apoyo fuerte porque primero hay que acordar una agenda y pactar una posición común entre los Estados miembros, que iba a ser muy difícil de lograr«, se ha justificado el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común.

En su lugar, los ministros de Exteriores han acordado invitar de nuevo tanto al ministro de Exteriores de Israel como al nuevo primer ministro palestino a una de sus reuniones mensuales en Bruselas. Por su parte, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se ha comprometido a contestar por escrito a la carta de Sánchez y Leo Varadkar, según ha informado Albares.

En su misiva, el presidente del Gobierno y el primer ministro irlandés reclaman a Von der Leyen que emprenda una «evaluación urgente» de si Israel está cumpliendo las obligaciones derivadas de su Acuerdo de Asociación con la UE. En caso de que la respuesta sea negativa, el Ejecutivo comunitario debe proponer a los Gobiernos «medidas adecuadas«, expresión que se usa en este contexto como eufemismo diplomático de sanciones.

El artículo 2 del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel dice que las relaciones entre las partes «se fundamentan en el respeto de los principios democráticos y de los derechos humanos, que inspira sus políticas interiores y exteriores y constituyen un elemento esencial del presente Acuerdo». En su carta, Sánchez y Varadkar dan a entender que el Gobierno de Benjamin Netanyahu está vulnerando los derechos humanos de los palestinos en su ofensiva a Gaza.


Los ministros de Exteriores de la UE, durante su reunión de este lunes en Bruselas

Unión Europea

Las «medidas adecuadas» que reclaman España e Irlanda implicarían suspender parcialmente o en su totalidad el Acuerdo de Asociación, que data del año 2000, cuya principal consecuencia sería el fin de las ventajas comerciales de que disfruta Israel a la hora de acceder al mercado europeo. Sin embargo, Alemania dejó clara desde el principio su oposición total a una medida de estas características. 

En la anterior reunión de febrero, el ministro de Exteriores solicitó a Borrell que presentara un dictamen sobre el cumplimiento o no por parte de Israel del Acuerdo de Asociación para el Consejo de este martes. Sin embargo, el jefe de la diplomacia europea ha renunciado a realizar la revisión que solicitaba Madrid debido a la fuerte fractura interna en la UE.

Pese a ello, Albares ha asegurado que la carta de España e Irlanda ha permitido «tener un debate mucho más a fondo sobre la situación humanitaria en Gaza y la necesidad de avanzar». A su juicio, cada vez son más los Estados miembros que se están acercando a la posición española sobre la guerra entre Israel y Hamás.

En este sentido, el ministro de Exteriores ha celebrado el acuerdo alcanzado este lunes en la UE para sancionar a media docena de colonos israelíes por utilizar la violencia contra los palestinos en Cisjordania. Lo hacen más tarde que Estados Unidos o Reino Unido porque Hungría lo había vetado hasta ahora. De hecho, España, al igual que Francia, decidió imponer sanciones por su cuenta por la lentitud europea.  En paralelo, los Veintisiete han adoptado un nuevo paquete de medidas restrictivas contra Hamás.

«Gaza era antes de la guerra la mayor prisión al aire libre. Hoy en día es el mayor cementerio al aire libre. Un cementerio para decenas de miles de personas, y también un cementerio para muchos de los principios más importantes del derecho humanitario. Esta es la triste situación en Gaza», ha lamentado Borrell.

El jefe de la diplomacia europea denuncia que en el norte de Gaza el 70% de la población «se enfrenta a una hambruna inminente». «El hambre no puede utilizarse como arma de guerra. Lo que estamos viendo no es un peligro natural sino un desastre provocado por el hombre, y es nuestro deber moral detenerlo», sostiene el jefe de la diplomacia comunitaria.

«Más de 30.000 personas ya han muerto a causa del conflicto, una gran parte de ellas niños, y el número de muertos podría aumentar rápidamente debido al hambre o las enfermedades. La situación ha ido más allá de lo catastrófico. Es absolutamente imperativo actuar ahora», ha dicho Borrell en un comunicado conjunto con el comisario de Ayuda Humanitaria, Janez Lenarcic.

Ambos han avisado de que el corredor marítimo que acaba de abrirse para hacer llegar ayuda humanitaria a Gaza desde el puerto chipriota de Lanarca es insuficiente y han pedido a Israel que permita la reapertura «urgente» de las rutas terrestres.