El asesinato de una trabajadora en la cárcel de Tarragona fue la gota que colmó el vaso. Los funcionarios de prisiones se han hartado: manifestaciones, protestas, cierres de centros, neumáticos quemados, barricadas y accesos bloqueados. Es la respuesta de los trabajadores de los penales catalanes al apuñalamiento mortal de una compañera de la prisión de Mas d’Enric (Tarragona), a manos de un reo el pasado 13 de marzo.