Las grandes eléctricas maniobran para bloquear durante varios años la subida que prepara el Gobierno de la tasa que pagan las centrales nucleares para financiar los costes milmillonarios de desmantelar todos los reactores, de construir siete almacenes nucleares por todo el país y un gran cementerio definitivo, y de gestionar durante décadas todos los residuos radiactivos generados por las plantas.