La ley de amnistía que monopoliza el debate político desde hace meses acaba de llegar al Senado, donde el PP pretende que duerma el sueño de los justos durante un par de meses antes de volver al Congreso para su aprobación definitiva. Su aplicación llegará, pues, una vez pasadas las elecciones catalanas y de esos efectos puede depender buena parte de la estabilidad política en Cataluña y en el conjunto de España. Aunque lejos de la polarización que el asunto suscita en el resto del país, la primera encuesta sobre el 12-M del Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para El Periódico de Catalunya, del mismo grupo editorial que este diario, sí detecta que si bien la norma cuenta con un amplio apoyo entre los catalanes, una parte importante de la ciudadanía no está de acuerdo con esta concesión del PSOE a ERC y Junts. Entre ellos, muchos votantes socialistas.