El comandante del Ejército colombiano reconoce que la suspensión del alto el fuego puede resultar en un posible aumento de la violencia
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado «los últimos actos de violencia» por parte de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contra comuneros indígenas desarmados en la región de Cauca y ha pedido a los grupos armados que «cesen inmediatamente todas esas hostilidades contra la población civil».
Asimismo, ha «tomado nota» de la decisión del presidente colombiano, Gustavo Petro, de suspender el alto el fuego pactado entre el Gobierno y el Estado Mayor Central (ECM) de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en tres regiones del país en respuesta al ataque en el que murió una lideresa del proceso de mujeres, Carmelina Yuli PAví, y resultaron heridos varios comuneros.
Petro anunció la suspensión del alto el fuego pactado con el EMC de las FARC en tres regiones, Nariño, Cauca y Valle del Cauca, y cuestionó la voluntad de paz de esta organización. «No dio desde el principio ninguna señal de querer un proceso serio de paz. Creyó, muy equivocadamente, que la negociación era para fortalecerse militarmente», declaró.
Asimismo afirmó que estos ataques son un crimen contra la humanidad y «deben ser juzgados como tal». «Los muertos que vendrán serán innecesarios. La vida del pueblo debió primar sobre las jerarquías», manifestó.
Las operaciones ofensivas del Ejército contra la guerrilla liderada por alias ‘Iván Mordisco’ se reanudarán a partir de las 0.00 horas del miércoles 20 de marzo en los departamentos en Nariño, Cauca y Valle del Cauca. La decisión no supone en principio el fin de las negociaciones con el EMC, ya que la suspensión de la medida bilateral no es nacional.
El Comandante de las Fuerzas Armadas, el general Helder Giraldo, ha reconocido que el alto el fuego puede resultar en un posible aumento de la violencia: «Debemos estar preparados para enfrentar un escenario de incremento de operaciones militares y enfrentamientos con grupos insurgentes, priorizando la protección de las comunidades y de nuestras tropas», ha señalado.
«El desplazamiento de la población y el riesgo para los diálogos en proceso son asuntos que requerirán de nuestro compromiso y profesionalismo. Es crucial mantener la paz y la estabilidad en estas regiones, incluso frente a la adversidad y las posibles represalias», ha dicho a sus tropas.