La prevención de lesiones accidentales en la infancia se sustenta en dos pautas a seguir: por un lado, se ha de proteger a los niños de peligros potenciales y situaciones de riesgo, aplicando las medidas de seguridad pertinentes; por otro, se les debe enseñar los peligros a evitar, brindándoles gradualmente una autonomía acorde a su desarrollo, con el fin de que adquieran conductas seguras y comprendan las repercusiones de sus acciones.
El conocimiento acerca de las características del comportamiento del niño en cada edad o etapa evolutiva, nos permite saber qué se puede esperar de él a la hora de adoptar medidas adecuadas para prevenir accidentes.
«El cuidado del paciente pediátrico, refuerza la apuesta de Hospital San José por la Pediatría»
Lo ideal es conseguir un equilibrio entre la protección del niño y su independencia, de manera que pueda ir desarrollando conductas responsables. Para ello, es preciso no caer en la sobreprotección ni limitar su autonomía.
Lesiones accidentales más frecuentes en bebés menores de 6 meses
Caídas desde altura y accidentes de tráfico. Dada la escasa autonomía del niño menor de 6 meses, los tipos de lesiones que sufren más frecuentemente tienen que ver con caídas desde altura, accidentes de tráfico y, en menor medida, con atragantamientos y quemaduras.
Síndrome de muerte súbita. Respecto a la muerte repentina e inesperada de un bebé menor de un año de edad −más frecuente entre los 2 y 4 meses−, aunque se desconocen las causas, se barajan diversos factores que, a la hora de dormir, podrían ocasionarla por sofocación o asfixia, como poner al bebé boca abajo; usar un colchón blando; rodearlo de cojines o almohadas, o que duerma en la cama de los padres. Otros factores de riesgo, posibles desencadenantes de este fatal suceso, pueden ser la exposición al humo del tabaco, la lactancia artificial, los partos gemelares, o antecedentes de muerte súbita en otro hermano.
«Hay que proteger al niño y, a su vez, irle enseñando a evitar peligros»
Medidas de protección para evitar accidentes del recién nacido
Para velar por la seguridad del bebé recién nacido, la habitación, la cuna y la postura son tres aspectos que deben cuidarse especialmente. Para ello, es importante seguir los siguientes consejos:
- Seguridad al dormir. El lugar más seguro para que el niño duerma es la habitación de los padres y, siempre, en su cuna.
- Productos de puericultura, regulados. Tanto la cuna como el cochecito y la mochila portabebés deben cumplir con las medidas de seguridad establecidas por los organismos pertinentes.
- Viaje en automóvil, seguro. Durante los trayectos en automóvil, y aunque se realicen trayectos cortos, se deben usar los sistemas de retención infantil (SRI) homologados en relación con su peso y talla.
- Sujeción en el cochecito. El niño, siempre, debe ir sujeto en su silla de paseo, pues cualquier falso movimiento o tropiezo puede provocar su caída.
- Vigilancia si no están sujetos. Nunca se debe dejar a los bebés sin vigilancia, ni siquiera unos segundos, sobre camas, sofás, cambiadores, etc.
- Evitar caídas desde los brazos. Es importante andar seguros y con precaución cuando se lleva al niño en brazos para evitar caídas.
- No ponerles adornos. Elementos como cadenas, cintas, imperdibles, etc. son muy peligrosos, especialmente si están en la zona del cuello. Si contienen piezas pequeñas, pueden soltarse y provocar atragantamiento si el niño se las lleva a la boca.
- Nunca lanzarlo hacia arriba. No se debe jugar con el niño lanzándolo hacia arriba, pues estos movimientos alteran el flujo cerebral.
- Evitar quemaduras en el baño. Hay que comprobar siempre la temperatura del agua en el baño y evitar aparatos eléctricos próximos a la bañera.
- Comprobar la temperatura de los alimentos. Hay que ser cuidadosos con la temperatura de los alimentos, especialmente si se utiliza el microondas, pues el calentamiento se produce de manera irregular.
- No portar líquidos calientes. No se debe circular por la casa con líquidos calientes o tener al niño en brazos durante su ingesta.
- Evitar la exposición directa al sol. Jamás, se debe exponer a bebés menores de 6 meses de forma directa al sol, ni siquiera con cremas protectoras, ya que los rayos solares pueden provocarles irritaciones, deshidratación o quemaduras.
- Ni un minuto solo en casa o en el automóvil. Nunca se debe dejar al niño solo en casa ni dentro de un vehículo. Su vida queda expuesta a un grave peligro.
- Temperatura ambiental adecuada. Se deben regular convenientemente la calefacción y el aire acondicionado, en su caso, de manera que el bebé disfrute de un ambiente fresco, ni muy frío ni muy caluroso.
- Protección si hay mascotas. Hay que tener cuidado con mascotas que puedan lastimar al niño.
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