Según un del Ministerio de Sanidad en el año 2020 más de 170.000 españoles sufrían demencia.
Este trastorno neurodegenerativo, caracterizado por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, es más prevalente entre mujeres que en hombres y que concentra su mayor incidencia en personas de entre 90 y 94 años, aunque personas más jóvenes también la sufren. Por todo ello, la demencia se ha convertido en un desafío crítico.
Así, su prevención resulta esencial.
“La adopción de hábitos saludables no solo contribuye a una vida más plena y activa, sino que también emerge como una estrategia sustancial para aminorar el riesgo de desarrollar demencia. La conciencia y la implementación de estos hábitos en la vida diaria son pasos cruciales para garantizar un envejecimiento saludable y la preservación de la salud cerebral a lo largo de los años”, explica el doctor Ernesto Hidalgo, médico BluaU de Sanitas.
Consejos de los especialistas para prevenir la demencia
Entre estos hábitos saludables, el doctor David Curto, director Médico y de Calidad de Sanitas Mayores, enumera los más indicados y recomendables para tener una buena salud cerebral y reducir algunos de los factores de riesgo asociados con la demencia:
- Realizar cualquier actividad física de forma regular. Caminar, nadar o practicar ejercicio aeróbico, permite aumentar el flujo sanguíneo en el cerebro, además de favorecer la salud cardiovascular.
De esta forma, no solo mitiga la aparición de enfermedades como la hipertensión y la diabetes, “sino que también estimula la liberación de factores de crecimiento que favorecen la formación de nuevas conexiones neuronales, fortaleciendo la resiliencia cerebral y rebajando el riesgo de demencia”, detalla Curto.
- Seguir una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3. Como en todo lo que tiene que ver con la salud, la alimentación es esencial. Así, una dieta rica en frutas, verduras, frutos secos, ricos en antioxidantes, y pescados grasos con un alto contenido en ácidos grasos, tiene beneficios directos para la mente.
“Los antioxidantes protegen las células del estrés oxidativo, mientras que los ácidos grasos omega-3 son componentes esenciales de las membranas celulares, contribuyendo a la salud y la función cerebral a largo plazo”, explica Sara Rueda, nutricionista de bluaU de Sanitas.
- Estimulación mental continua. Mantener el cerebro despierto y en forma se puede conseguir a través de actividades como la lectura, el aprendizaje de nuevas habilidades o la participación en actividades intelectuales. De esta forma se construyen lo que los especialistas denominan reservas cognitivas que “actúan como un amortiguador contra el deterioro cognitivo, proporcionando al cerebro una mayor capacidad para compensar los daños que puedan surgir con el tiempo, mitigando así el peligro de demencia”.
- Dormir bien. Otro básico de la salud cerebral es conseguir un buen descanso diario, porque existe evidencia científica suficiente para afirmar que dormir mal está asociado con una mayor probabilidad de deterioro cognitivo y demencia. Por ello, es primordial conservar hábitos regulares de sueño y crear un ambiente propicio para el descanso a fin de eliminar las toxinas acumuladas durante el día.
- Gestión efectiva del estrés. Tampoco sufrir estrés ayuda a la salud cerebral. Por eso, Andrea Trujillo, psicóloga de BluaU Sanitas recomienda realizar actividades como “la meditación, la respiración profunda o el yoga, que son eficaces para reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y promover la relajación”.
“La demencia, en sus diversas formas, se ha convertido un reto creciente para la salud pública, y la detección precoz se presenta como una herramienta indispensable para abordar este problema eficazmente. Por lo tanto, es recomendable que cualquier persona que tenga la más mínima sospecha de que un ser querido, amigo o incluso uno mismo pueda estar experimentando cambios en la función cognitiva, busque atención médica sin demora”, concluye David Curto.