Carlos Alcaraz no es sólo un doble campeón más del Masters 1000 ATP de Indian Wells. En este evento del desierto californiano va camino de dejar una huella imborrable. Por sus victorias, pero también por un estilo de juego que encandila por estos lares.

Hizo un ‘puntazo’ contra el italiano Jannik Sinner que corrió como  la pólvora. Parecía llamado a ser el mejor del torneo, pero el murciano se superó en la final contra Daniil Medvedev, a quien ganó 7-6 (5) y 6-1.

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Es una acción que merece entrar en los concursos de la temporada, pero se ganó la eternidad, ser recordado por siempre. Se sabe que con Alcaraz lo imposible no existe, pero realizó y ganó un punto inimaginable. De máxima dificultad y virtuosismo.

Con 4-4, ventaja Medvedev, Alcaraz llegó a la dejada del ruso, pero éste sorprendió con un habilidoso globo. Al español le dio tiempo para saltar, pensar y abortar el movimiento para dejar pasar la bola y correr a por ella.

Tuvo piernas y fe. No sólo la alcanzó, sino que se inventó un globo perfecto en la defensa. Fue ganando terreno en una pelea desigual, que cambió a su favor con un final maravilloso. Una derecha paralela de fuera para adentro que además tuvo relevancia en el partido.

Alcaraz, nervioso en los inicios, se soltó definitivamente. La operación remontada, desde 0-3, resultó un festival.