El partido entre el Castellón y el Córdoba le quedó grande al colegiado catalán Ávalos Martos, que no demostró aptitud para gestionar las situaciones que se generaron sobre el terreno de juego y redactó una acta absurda.
El trencilla no señaló dos claros penaltis favorables al conjunto albinegro en la primera parte, el primero de Matías sobre Suero, cuando este, en la frontal del área pequeña, se disponía a rematar a puerta. Hubiera sido penalti y expulsión al tratarse de último defensa. El segundo lo cometió Lapeña al derribar al atacante Jesús De Miguel. Además, en la segunda mitad, el catalán tampoco vio una manos de un zaguero visitante en el interior del área.
Más allá de estas acciones, el colegiado no supo llevar el partido y permitió pérdidas de tiempo a los futbolistas verdiblancos, amén de no acertar en alguna decisión más, como una amarilla a casas en una falta en ataque.
Tras el encuentro, Ávalos Martos explicó sus decisiones en el acta. Y es que tras el primer acto expulsó a Indias por ‘entrar en el terreno de juego de forma exaltada, aproximarse hacia mi persona de forma nerviosa y empujar a un contrario’. Por su parte, expulsó a Schreuder por ‘protestar mis acciones’ sancionado con la primera amarilla, y ‘protestar al cuarto árbitro’ segunda amarilla.