El PSOE intenta su carambola más difícil: negocia en Suiza el referéndum de independencia que exige Puigdemont, mientras busca una victoria suficiente de Salvador Illa en las elecciones catalanas del 12 de mayo, apelando al voto de los catalanes constitucionalistas.
El Congreso del PSC que se celebra en Barcelona confirmó este sábado a Salvador Illa como candidato a la Presidencia de la Generalitat, con un discurso en el que expresó su voluntad de pasar página y gobernar para todos los catalanes, «viváis donde viváis, penséis lo que penséis, seáis de izquierda, de derecha o de centro, habléis la lengua que habléis«.
El exministro intenta pescar así en el caladero de los antiguos votantes constitucionalistas de Ciudadanos (Cs), que fue determinante para que ganara las elecciones catalanas de 2021. El candidato del PSC obtuvo entonces el 23% del voto y 33 escaños, los mismos que ERC. No obstante, entonces no pudo formar gobierno porque Junts dio su apoyo a Pere Aragonès (ERC).
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Pero las cosas han cambiado mucho desde entonces. Pocas horas antes de que Illa pronunciara estas palabras en el Palacio de Congresos de Barcelona, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, se reunía el viernes en Suiza con Carles Puigdemont para abrir la nueva fase de negociación, tras la aprobación inicial de la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados.
En el encuentro también participaron el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la portavoz parlamentaria Míriam Nogueras, en presencia del mediador salvadoreño del Centro para el Diálogo Humanitario Henri Dunant, Francisco Galindo Vélez.
Según el comunicado pactado difundido, una vez saldada la deuda de la amnistía ambos partidos van a poner en marcha los equipos de trabajo para abordar «los dos grandes ámbitos» de negociación pactados el pasado mes de noviembre en Bruselas.
Estos apartados se refieren al «reconocimiento nacional» y el «pleno autogobierno» de Cataluña. Y es aquí donde Junts incluyó la pretensión de diseñar un referéndum de independencia para Cataluña y un sistema de financiación diferenciado.
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Santos Cerdán estampó entonces su firma en representación del PSOE, el pasado 9 de noviembre en Bruselas, en el documento en el que Junts reflejaba estas exigencias, mostrando su disposición a negociarlas.
Esta nueva fase de la negociación se va a desarrollar de forma paralela a la precampaña de las elecciones catalanas del 12 de mayo, cuya convocatoria anticipada ha obligado a Pedro Sánchez a aparcar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2024 y ha dejado en el aire la continuidad de la legislatura.
Porque ninguna de las combinaciones que surjan de los comicios del 12-M garantiza los apoyos parlamentarios del Gobierno. Si como apuntan las encuestas Salvador Illa gana las elecciones y puede gobernar con el respaldo de ERC (o mediante un tripartito que sume a los Comunes), Junts no tendrá incentivos para seguir apoyando al Ejecutivo de Sánchez, una vez aprobada la amnistía.
Y si Pere Aragonès se decanta por un pacto con Junts, tal como ya ha apuntado, la Generalitat se encaminaría a una nueva deriva independentista que haría inevitable el choque con el Gobierno central.
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Durante un acto de campaña celebrado este sábado ante 400 militantes, Aragonès ha desdeñado al candidato socialista presentándole como un mero «delegado de la Moncloa» que no va a priorizar los intereses de Cataluña.
«Los delegados de la Moncloa no se plantarán delante de Pedro Sánchez para conseguir el traspaso de Rodalies ni frente a la amnistía», ha señalado el presidente de la Generalitat para sacar partido a las cesiones que ha arrancado al Gobierno de Sánchez.
Pero también ha criticado a quienes ponen todas sus esperanzas en las «improvisaciones» de última hora y las «jugadas maestras», ha dicho en alusión a sus antiguos socios de Junts.
Por su parte, tras conocer la nueva cita «clandestina» celebrada en Suiza, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha exigido a Pedro Sánchez que aclare si ya está negociando con Puigdemont el referéndum de independencia y si ha pactado su regreso a España antes de las elecciones catalanas.
Un presidente «extorsionado»
Durante un acto celebrado en Ibiza junto a la presidenta del Govern, Marga Prohens, Gamarra ha calificado de «bochornosa» la nueva reunión de Suiza y ha sentenciado: «Mientras Sánchez paraliza España, lo que hace es acelerar en Suiza la ruta independentista«.
En un duro comunicado, la dirección del PP ha criticado que Sánchez otorgue la amnistía a los independentistas, mientras Junts deja al Gobierno sin Presupuestos. «Este presidente extorsionado por el independentismo sólo puede ofrecer como foto de campaña del PSOE para las elecciones europeas la de Puigdemont entrando triunfante en España», indica el partido de Feijóo.