La Sierra del Aguilón, en Almería, esconde desde hace 165.000 años un tesoro de valor incalculable, una gruta de piedra de luna con cristales de reflejos azulados como la luna misma, selenitas de hasta dos metros, con una pureza, perfección y transparencia que la hacen única en el mundo. Es la Geoda Gigante de Pulpí, como una fascinante cuna de cristal de ocho metros de largo, por tres de ancho.

Geoda de Pulpí

Al contrario que otros lugares del planeta en los que hay cuevas con columnas de cristal de yeso alternando con otros minerales como ocurre en la Cueva de los Cristales en Chihuahua (México), en la Geoda Gigante de Pulpí, nos encontramos con una burbuja, una gruta natural dentro de la propia roca, formada íntegramente por sorprendentes y perfectos prismas moldeados a lo largo de milenios. Esa característica de ser un recinto compuesto completamente de cristal, de selenitas, es la que la hace diferente, única, singular. Es lo que diferencia a una geoda de una cueva.

Resulta imposible imaginar desde el exterior que bajo la aridez y dureza de una abandonada zona minera se encuentre una joya de la naturaleza tan espectacular y sin parangón en todo el planeta.

Tras descender más de 50 metros por los túneles de la antigua Mina Rica de Jaravía, proveedora de hierro, cobre y plata desde la antigüedad y poseedora todavía ahora de diferentes minerales luminiscentes que, bajo luces ultravioletas, presentan toda la gama de luminosos colores, encontramos un paisaje de columnas de agua petrificada, cual espadas transparentes dignas del mejor escenario de Superman y tan perfectas que nos permiten ver cualquier objeto a través de ellas.

Geoda de Pulpí, la gruta de piedra de luna única en el mundo

Geoda de Pulpí