Nunca puedes dudar de él. Ni las abejas ni la lluvia pudieron con su tenis. Carlos Alcaraz acabó este sábado con la racha de 19 victorias consecutivas del italiano Jannik Sinner, remontó y ganó 1-6, 6-3 y 6-2 para volar a la final del Masters 1.000 de Indian Wells y retener además la segunda posición en el ránking mundial.
Alcaraz revalidó la victoria lograda el año pasado en esta misma ronda contra Sinner y peleará este domingo contra uno entre el ruso Daniil Medvedev y el estadounidense Tommy Paul por el quinto Masters 1.000 de su carrera en seis finales. Hacía seis años que un campeón de Indian Wells no regresaba a la final el curso siguiente. El último en lograrlo fue el suizo Roger Federer. Ahora, Alcaraz tiene a su alcance una doble corona en el desierto californiano, donde lleva once victorias seguidas.
SANGRE FRÍA
Esta vez fue la lluvia quien paró el partido de Alcaraz. Tras la larga espera por la surrealista ‘invasión de abejas’ en el duelo ganado a Zverev en cuartos, este sábado el partido se detuvo durante casi tres horas por el agua caída en la central. Sinner iba ganando 2-1 sin roturas antes de la pausa y reanudó el partido con un nivel tenístico estelar que le permitió conseguir la primera rotura del partido para ponerse por delante 3-1.
Tuvo una bola Alcaraz para volver a poner el partido inmediatamente en equilibrio, pero Sinner se la anuló y consolidó el ‘break’ para escaparse 4-1. Si el italiano fue contundente con el servicio, Alcaraz sufrió con su segundo saque, con el que solo pudo llevarse dos puntos de ocho en el primer set. Eso, y los golpes profundos y sólidos de Sinner forzaron varios errores del murciano, que cedió de nuevo el saque, a quince, y perdió el primer set con un rotundo 6-1 en apenas 36 minutos.
CARLOS SIEMPRE VUELVE
Supo reponerse Alcaraz y encaró el segundo set con lucidez y contundencia. Limitó los errores no forzados y cambió más de ritmo para poner en apuros a Sinner. Le funcionó. Con 2-1 en el luminoso, consiguió dos bolas de rotura y logró el ‘break’ con una perfecta volea con la derecha.
El nivel tenístico siguió altísimo y, con 3-1, Sinner se llevó un quince maravilloso que puso en pie al público presente. Tanto el italiano como Alcaraz sonrieron al acabar el punto. El murciano recuperó confianza e inercia y supo anular las dos bolas de rotura conseguidas, con esfuerzo por Sinner. Anuló la primera con 4-2 y la segunda con 5-3, con un extraordinario revés paralelo en la línea. Una elegante dejada refrendó el 6-3 que, tras una hora y 22 minutos, enviaba el partido al set decisivo.
Tenía viento a favor el murciano y salió a morder. Llevó hasta el 40 iguales a Sinner en su primer turno, ganó a cero su juego al saque y logró la rotura en el tercer juego. Sinner, que empezó a tocarse la pantorrilla izquierda, sufrió para gestionar los cambios de ritmo del murciano, quien le envió varias bolas con poco peso que le quitaron ritmo.
Se sentía cada vez más cómodo Alcaraz, en control de los puntos ante un Sinner que sufría mucho para encontrar la forma de poner en apuros al murciano. No dejó pasa la oportunidad el ganador de dos ‘grandes’. Consiguió otra rotura, a quince, y se abrió el camino hacia un autoritario 6-2 que le entregó el billete para la final. Sigue estando ahí, en lo más alto.