Hay un pueblo en Sevilla de apenas 600 habitantes que cuenta con paradisíacas cascadas, un paisaje kárstico de cine, un mirador para observar las estrellas declarado por la Unesco como reserva starlight, un puente romano, un templo mudéjar del siglo XV, una vía verde, hasta una playa artificial y un sobrenombre que ya de por sí supone un efectivo reclamo en una provincia conocida universalmente por su clima cálido: la ‘Siberia’ sevillana.
Pero, a pesar de estos atractivos y su elevado potencial turístico, cuesta encontrar en el mapamundi a San Nicolás del Puerto. En este pueblo de la Sierra Morena sevillana sólo hay cinco bares y ningún hotel, aunque el boom del turismo rural ha suplido en los últimos años esta carencia con un centenar de plazas en viviendas de uso turístico desperdigadas por la zona. “En el ayuntamiento no tenemos herramientas y recursos necesarios, pero los atractivos naturales del pueblo hacen que los pocos servicios que tenemos estén a rebosar los fines de semana”, comenta Justo Zahínos, concejal de Turismo de San Nicolás del Puerto,donde la mejor y casi única campaña de promoción ha sido siempre el boca a boca.
Hasta ahora, porque San Nicolás del Puerto y otros tres municipios -Cazalla de la Sierra, La Puebla de los Infantes y El Real de la Jara- han encontrado en la Inteligencia Artificial un gran aliado para paliar esa falta de servicios y desarrollar el potencial turístico que tiene esta comarca, donde se localiza la ‘Siberia’ sevillana. Es la expresión que utilizaban quienes trabajaban y soportaban hasta 12 grados bajo cero en la antigua mina del Cerro del Hierro, que fue explotada hasta mediados del siglo XX y que desde entonces es un paraje singular declarado en 2003 monumento natural por su valor geológico y paisajístico.
El patrón, que se repite en otros puntos de la conocida como España vaciada, es el siguiente: pueblos cuyo principal motor es hoy el turismo pero con recursos limitados o casi inexistentes para atraer más allá del visitante local o de proximidad. La solución viene de la mano de MyStreetBook y consiste en una app con un sistema pionero de Inteligencia Artificial que recomienda y crea rutas y planes únicos según los gustos y preferencias de cada viajero, así como variables externas como los horarios, las tarifas o la accesibilidad. “La tecnología puede ayudar a estos pueblos a poner en valor sus recursos, que a veces son más de los que pensamos, y hacerlo de la manera más eficiente, contribuyendo a la revitalización y desarrollo de los territorios”, explica Esther Rodríguez, CEO y cofundadora de MyStreetBook, herramienta que también favorece la cohesión territorial pues une en rutas y productos a varios núcleos.
El sistema permite recopilar todos los recursos del municipio, desde su patrimonio monumental a empresas, artesanos y comercios y servicios locales, dándoles visibilidad incluso cuando no hay guías, señalética ni puntos de información para el turista. Atrae y fideliza a los viajeros que descubren lugares poco conocidos pero muy afines a sus gustos. En la Sierra Norte de Sevilla el abanico es amplio, pues hay opciones para quienes buscan un turismo de naturaleza o al aire libre o en las calles, a paseos por monumentos, yacimientos o arquitectura, museos, degustaciones gastronómicas, artesanía, ocio y espectáculos. También se sugieren fiestas populares y tradiciones. Y se da la opción de configurar las rutas también según el precio: desde gratis hasta un nivel premium.
En un municipio de poco más de 1.500 habitantes, como El Real de la Jara, hay localizados hasta 22 recursos turísticos, desde una georuta a una fábrica de embutidos.
El usuario puede descargar en el móvil la app y configurar las rutas en función de las variables y los territorios que se ofrecen. Pero en los municipios también se han instalado mosaicos digitales, pantallas en la calle que permiten también acceder a este servicio en cualquier momento del día. En Cazalla, están instaladas en la Plazuela y en la calle Parra y, sin duda, son un complemento para quienes se acercan a diario, sobre todo, fuera del horario de apertura de la Oficina de Turismo, confirman los informadores locales.
Y funciona, fundamentalmente en entornos rurales con grandes alicientes para atender la demanda del turismo sostenible y de experiencias tan de moda. De hecho, las cifras de impacto de esta tecnología son especialmente altas en la Sierra Morena de Sevilla: “Se ha llegado a alcanzar una media en 2023 de 8.300 visitantes, lo que supone una ratio de 5,5 visitantes por habitante, cifras que son realmente muy buenas y que en alguno de los pueblos se han elevado hasta 11.000 visitantes al año, alcanzándose una ratio de 11,6 turistas por residente”, explica Esther Rodríguez. Los periodos de mayor afluencia fueron el otoño-invierno de 2022 y la primavera de 2023.
Esta startup malagueña ha desplegado ya en 200 territorios de España esta novedosa herramienta que ha aumentado un 36% las visitas de turistas en los puntos menos visibles, favoreciendo la economía de los pueblos y, en algunos casos, luchando incluso contra la despoblación. Es más, pequeños municipios y aldeas se convierten en destinos turísticos inteligentes, pues el sistema no sólo acarrea a turistas a estos territorios, sino que permite medir y monitorizar ese flujo, conocer mejor a quien se interesa y, a partir de ahí, ofrecer un mejor servicio, adaptando la oferta en la medida de lo posible.
Gracias a la Inteligencia Artificial, en San Nicolás del Puerto, Cazalla de la Sierra, La Puebla de los Infantes y El Real de la Jara saben que su público está en los viajeros que prefieren visitar la zona a pie, caminando, que son amantes de la naturaleza, el aire libre y la arquitectura. Y, aunque en su mayoría son españoles, hay usuarios de otras nacionalidades europeas y latinoamericanas. Según MyStreetBook, el 42% de los usuarios sigue las recomendaciones de la app, porcentaje que en algún caso se eleva al 100%, lo que permite valorar también el acierto de las sugerencias y rutas. Tras su despliegue, la plataforma ha logrado aumentar hasta el 87% el conocimiento que tiene el visitante de este territorio.
En la provincia de Sevilla hay otro municipio que ha recurrido a este sistema de inteligencia artificial, Écija. “La media de visitantes al mes en 2023 ha sido de 300, habiendo picos en otoño cercanos a los 2.000 visitantes a través de nuestra plataforma”, apunta Esther Rodríguez. En este caso las temáticas preferidas son los monumentos, templos, arquitecturas, calles y espacios públicos. Écija es uno de los municipios de MyStreetBook donde los viajeros han guardado más recursos como favoritos y la ruta de los palacios ha sido seguida por más del 23% de los visitantes.
En San Nicolás del Puerto confían en que este innovador sistema sea la ayuda que necesitan para ir desarrollando su potencial turístico y que el viajero que ahora encuentra una pantalla en el Cerro del Hierro pronto pueda disfrutar también de un albergue u hotel rural en el poblado minero, proyecto que están impulsando. “Todo va sumando y ayuda mientras no tengamos resueltas otras necesidades, como contar con un técnico de turismo en el pueblo”, comenta el concejal Justo Zahínos.
La Inteligencia Artificial permite en estos municipios crear nuevos productos y experiencias turísticas, potenciar la vuelta a los orígenes y las raíces y, gracias a la hipersegmentación que ofrece, atraer a un turista internacional hasta lugares recónditos y escondidos en el mapamundi, como la ‘Siberia’ sevillana.
IA para el turismo y también para mejorar los servicios y ahorrar energía
La Inteligencia Artificial está cada vez más presente en el sector turístico porque permite mejorar la gestión de los destinos, aumentando la satisfacción de los visitantes y contribuyendo a un desarrollo más sostenible. Y para ello hay una empresa sevillana, Galgus, que nació en Camas hace una década y hoy tiene sede en Estados Unidos y en Colombia y 10 patentes en el mercado. Ha desarrollado un sistema de posicionamiento wifi que ofrece métricas muy útiles. Así, permite saber cuánta gente pasa por una calle o plaza en cada momento. Un conteo que se realiza a través de sensores que, con todas las garantías legales, ofrecen al ayuntamiento o cliente en cuestión datos segmentados y exactos que les permiten tomar decisiones para mejorar la calidad de vida de los residentes. Sevilla capital está trabajando con este sistema para controlar los flujos de turistas en el barrio de Santa Cruz, con el objetivo de evitar las aglomeraciones y poder derivar a los grupos hacia otros lugares favoreciendo la seguridad y protección de todos e impulsando de paso la economía en otros puntos de la ciudad.
Pero su aplicación va más allá del turismo. En Alcalá de Guadaíra se ha desplegado un sistema similar de sensores ópticos en la calle La Mina que genera en tiempo real información de gran valor para que el ayuntamiento tome decisiones. “No sólo se trata de un tema de seguridad y de flujos de personas, pues ofrece también un conteo, es también una cuestión de eficiencia energética, pues, entre las decisiones que se pueden adoptar, es bajar la intensidad del alumbrado público en momentos de escaso o nulo tránsito de personas”, explica José Ayub González, CEO y cofundador de Galgus.
La Inteligencia Artificial también es una herramienta para mejorar la calidad de los servicios y Galgus es pionera en conectividad en los puntos más remotos del mapa. Durante la pandemia fueron los encargados de llevar una solución wifi segura y asequible a 40 pueblos de la España vaciada. En el marco del programa WiFi4EU de la Unión Europea para ayudar a los ayuntamientos a equipar sus poblaciones con acceso wifi tanto para los turistas como para los ciudadanos, Tomares fue uno de los pueblos de Sevilla que se benefició de esta mejora de la conectividad. Este municipio ya había sido pionero en la instalación de wifi gratuito en parques y zonas públicas, un servicio muy valorado también por los visitantes.
Pero hay otro caso de éxito de esta empresa sevillana que llama mucho la atención y que ya se experimentó el año pasado: el uso de la Inteligencia Artificial para controlar las multitudes en la romería de El Rocío y que tiene uno de sus puntos calientes en el pueblo sevillano de Villamanrique de la Condesa. El sistema de Galgus, tecnología patentada con el nombre de Location&Presence Analytics, utiliza las señales wifi de cualquier dispositivo móvil, de forma anónima y sin que el usuario deba activar nada, para realizar conteos y seguimientos de las personas que se mueven por un área determinada.
Esta tecnología permite el conteo de personas y ofrece mapas de calor y patrones de movimiento de las aglomeraciones. “Utilizamos los últimos avances en radiocomunicaciones, computación en la nube e Inteligencia Artificial para procesar millones de datos y producir análisis sólidos y fiables sobre los flujos de dispositivos en entornos complejos como es el de la romería”, explica el CEO de Galgus que con 12 sensores detectó y procesó más de 250 millones de muestras de datos en el Rocío de 2023. Éstos sirvieron para que las autoridades sanitarias pudieran calcular por ejemplo cuántas camillas se necesitaban en cada punto y tomar decisiones por adelantado, pues la Inteligencia Artificial te permite predecir cómo van a ser incluso los aforos. Lo más novedoso, según adelanta José Ayub González, es el uso de sistemas de Inteligencia Artificial en las paradas de autobuses para gestionar la demanda al calcular cuánta gente y cuánto tiempo de espera hay en ellas. Ya está en fase piloto.