Ninguna carrera resulta aburrida cuando participa Tadej Pogacar. No lo ha sido este sábado la Milán-San Remo, la enorme ‘classicissima’ italiana, y no lo será tampoco la Volta a partir del lunes. Porque corre con la palabra ‘ofensiva’ escrita en su mente, porque busca ganar, porque nunca se rinde y porque vale un potosí, aunque al final sea otro el que se lleve la victoria; en este caso, Jasper Philipsen al que se puede considerar, con mínimo margen de error, el mejor velocista de la actualidad y que contó con la impagable ayuda de Mathieu van der Poel para vencer.