Cataluña otra vez descoloca todo el tablero nacional. El PP se enfrentará a las elecciones vascas y catalanas en dos meses, los territorios más complicados para Alberto Núñez Feijóo. Esa será la antesala de las elecciones europeas, la cita en la que los conservadores aspiraban a volcarse por completo. Euskadi es para el PP una especie de trámite; pero Cataluña, a pesar de las limitaciones, es mucho más. De ahí el enésimo intento para llegar a un acuerdo con Ciudadanos que permita impulsar, por fin, la tan repetida “plataforma constitucionalista”. Más allá de los resultados autonómicos, en Génova asumen que la legislatura afronta ahora un ‘impasse’ hasta ese 12 de mayo.