En la rueda de prensa del seleccionador Luis de la Fuente, ocho de las diez primeras preguntas fueron sobre Brahim. Como indicaba sorprendido en sus redes sociales Filippo Ricci, corresponsal en Madrid de ‘La Gazzetta dello Sport’, “un jugador que no es titular en el Real Madrid. Y esta es la selección que acaba de ganar la Nations League y una de las favoritas para la próxima Eurocopa”. Poco importó que en la misma lista se incluyera por primera vez a un central de 17 años o por quinta a un delantero de 16, la comparecencia giró en torno a la ausencia del malagueño, que no esperó a que se hiciera pública la lista de De la Fuente este viernes y el jueves ya confirmó que jugará con Marruecos.
Santi Denia y sus tres ‘Brahimes’
Minutos antes de la comparecencia de De la Fuente, Santi Denia, seleccionador Sub-21, realizaba la siguiente reflexión al ser preguntado por el caso de Brahim. “Cada vez hay más casos de jugadores con dos pasaportes y son ellos los que eligen dónde quieren estar. Hay que dar naturalidad a este tipo de situaciones. Lo que nosotros celebramos es que el 85% de los futbolistas que están en esta situación, eligen jugar con España”, concluía el técnico de ‘La Rojita’.
Análisis que, además, ejemplificaba con tres casos que aparecían en su lista para los partidos ante Eslovaquia y Bélgica. El ‘holandés’ Dean Huijsen, el ‘inglés’ Mateo Joseph y el ‘colombiano’ Christian Mosquera se estrenaban en la convocatoria pese a ser jugadores ‘convocables’ con otras selecciones, o incluso que ya han jugado con otra camiseta. Joseph, cántabro formado en las canteras del Racing y Espanyol y actualmente delantero del Leeds, ya había debutado con la Sub-20 inglesa.
Huijsen, central de la Juventus cedido a la Roma, debuta en las inferiores con España tras haber jugado la final del Europeo Sub-17 con Países Bajos. Este zaguero de 1,95 recibió la nacionalidad española el 21 de febrero y se puso a disposición de Denia y De la Fuente inmediatamente. Y el último, el caso del valencianista Christian Mosquera, es más conocido, aunque es la primera vez que ha sido convocado con la Sub-21. Ya ha vestido la camiseta de España en más de veinte ocasiones en categorías inferiores y no hace mucho fue tentado por Colombia, pero se decantó por jugar con España.
Son solo tres casos que salen a la luz el mismo día en que la decisión de Brahim de jugar con Marruecos pone el foco en De la Fuente, quizás más por su condición de madridista, porque cuando era titular indiscutible en el Milan ningún periodista preguntó por su ausencia. Hay otros casos como los de Lamine Yamal, que también fue sondeado por Marruecos y se decidió por España, o el delantero de la Sub-21, Samu Omorodion. El ariete nació en 2004 en Melilla, adonde llegó su madre, nigeriana de origen, cruzando el Estrecho para darle una vida mejor a su hijo. Nigeria se interesó por su situación, pero el 9 del Alavés, donde está cedido por el Atlético, agradeció la llamada y se decantó por España, con quien debutó en mayo de 2023 con la Sub-19 y en septiembre con la Sub-21. También hay quien se han decantado por otras selecciones descartando a España como Achraf, Iñaki Williams (su hermano Nico ha elegido España en vez de Ghana), Alejandro Garnacho, Keita Baldé, el senegalés Pedro Obiang, Nico Paz o el serbio Sergej Milinković-Savic, que nació en Lleida.
‘Fichados’ y convencidos
Y a los que se decantan por España se suma el ‘fichaje’ de otros jugadores que no han debutado con sus selecciones y tras pasar años aquí solicitan su nacionalización y se declaran ‘convocables’, como son los casos de Aymeric Laporte o Robin Le Normand. Conformando con todos ellos una selección multicultural y más heterodoxa con futbolistas que no solo han nacido aquí o tienen raíces en suelo español. Diversidad que precisamente recordaba el vídeo con el que la Federación hacía pública la lista de la absoluta, en el que personas de diferentes razas y nacionalidades daban a conocer el nombre de los elegidos por De la Fuente para estos partidos ante Colombia y Brasil.
En una población cada vez más global y mestiza, el fútbol no se puede mantener al margen de esa multiculturalidad. Cada vez son más los casos como el de Brahim en los que el jugador tiene la posibilidad de elegir dónde jugar. Y es lógico que se decida por el sitio que más le convenga y más oportunidades le brinde. Más allá del ruido periodístico emerge una realidad tangible: Brahim nunca tendrá en España el estatus que le promete Marruecos. Porque aquí no pasa de ser suplente en el Real Madrid. Por eso De la Fuente no se animó a saltarse el protocolo y eso empujó a Brahim a no esperar la convocatoria de España. Habrá más ‘brahimes’. Unos elegirán España y otros, no. Pero todos mirarán por sus intereses. Y, como dice Santi Denia, “hay que dar naturalidad a este tipo de situaciones”.